Te Preocupan tus Hijos?

📖 “Job les mandaba instrucciones a sus hijos para que se purificaran, y levantándose de madrugada ofrecía un sacrificio que debe quemarse completamente por cada uno de sus hijos, pues Job pensaba que tal vez sus hijos pudieran haber pecado y maldecido a Dios con su pensamiento.”

‭‭Job‬ ‭1:5‬ ‭PDT‬‬

Reflexión 🤔Hasta que no crías hijos, entiendes y valoras todo lo que le debes a tus padres. Acaso existe un período mágico, donde los hijos ya se hacen totalmente responsables por sus propias acciones, y dejan de necesitar y de preocupar a sus padres? ¿En realidad hay un punto de inflexión cuando los padres nos convertimos sólo en espectadores pasivos de la vida de nuestros hijos, y con indiferencia nos encogemos

de hombros cuando atraviesan por alguna dificultad y decimos:

“Total, es la vida de ellos!?…No lo creo! me rehúso a creer, que existan padres que no sufran también por las aflicciones de sus hijos.

Ilustración 📃Cuando tenía 20 años, y me encontraba en el pasillo de un hospital, esperando a que los doctores colocaran unos puntos en la cabeza herida de mi travieso hijo, exasperada exclamé:

¿”Cuándo pararé de preocuparme por mis hijos”?

La enfermera que me escuchó, dijo: “No se preocupe tanto señora, sus hijos pronto saldrán de la etapa de accidentes!.

Mi mamá que me acompañaba, la escuchó, y esbozó una sonrisa irónica, pero no dijo nada.

Cuando contaba yo con 30 años, me senté en una pequeña silla del salón de clases y escuchaba como uno de mis hijos hablaba incesantemente, interrumpiendo a la maestra y saltando de un lado para otro.

La maestra, como si me hubiera leído la mente, me dijo:

-¡”No se preocupe señora, todos los niños pasan por esta etapa, pero en cuanto eso termine, usted podrá sentarse tranquila… relajarse y disfrutarlos”!...
Mi mamá, que también me acompañaba, apenas sonrió y tampoco dijo nada al

escuchar a la maestra.

Cuando contaba con mis 40’s, me pasaba la noche sin poder conciliar el sueño, esperando que el teléfono sonara, que los autos de mis hijos llegaran a casa, que la puerta de la casa se abriera comprobando que cada hijo llegara a dormir, para poder dormir yo.

Cuando le conté de esto a una amiga, ella me contestó:
-“¡No te preocupes, en unos años más ya vas a poder dejar de preocuparte”.

“Deveras?...cuando?...le pregunté!”...

-“Pues cuando ellos ya sean adultos, me respondió”...

Mi mamá apenas sonrió y no dijo nada.

Ya a mis 50 años, estando cansada y harta de ser tan preocupona y tan vulnerable, todavía me preocupaba mucho por mis hijos ya mayores, pero también se notaban ya muchas arrugas nuevas en mi frente, y yo no podía hacer nada para evitarlo.


Durante los siguientes años, yo continué angustiándome con los fracasos de mis hijos, apenándome por sus tristezas, absorbida en sus decepciones, y afectándome profundamente por todos sus problemas.

Mis amigos me decían, que cuando mis hijos se casaran, iba yo a poder dejar de preocuparme y llevaría con toda libertad mi propia vida.

Con todo el corazón deseaba creerles, pero me asaltaba el recuerdo de la irónica y muy madura sonrisa de mi madre diciéndome: “Luces pálida hija, estás bien?... Estás deprimida por algo?” Acaso hay algo que te preocupa?..

Pero mi vieja madre bien que lo sabía todo. Ella ya había sufrido mucho más que yo, ella iba mucho más adelante de mi por la vida.

Conclusión. ¿Será que los padres estamos sentenciados para siempre a llevar una vida de preocupaciones por el solo costo de ser padres?...

¿Acaso la preocupación por nuestros hijos se entrega como una antorcha de generación a generación, para que arda en el camino de las fragilidades humanas y del miedo a lo desconocido?...

¿Es la preocupación una maldición? o es una virtud que nos eleva a lo más alto de la vida humana, debido al amor protector que los padres tenemos por los hijos?

Un día uno de nuestros hijos, se molestó con nosotros y nos preguntó:—“Papá...Mamá....¿Pues Dónde estaban?…¡Desde ayer les estamos llamando y nadie nos respondía!...¡Ya nos tenían muy preocupados!” Mi esposo y yo, solo nos miramos, sonreímos y no dijimos nada, pero comprendimos claramente, que la antorcha generacional les había sido entregada!

Te preocupas por tus hijos?...Te preocupas por tus padres?...pues bienvenido entonces al club de los preocupones!...Y por cierto, una madre no solo merece un día de celebración al año, sino toda una semana. Estás de acuerdo?…

Bendiciones y Feliz Viernes!…🤗

“Habla de Dios y de la Biblia, y deja que la Palabra del Señor, te sensibilice sobre el cuidado y la protección de los hijos, desde que nacen hasta que mueren ellos, o nosotros”

Por favor contribuye a que la vida en nuestra sociedad sea mejor, conociendo, viviendo y compartiendo esta reflexión que nos conecta con el evangelio.

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