La Suave Voz de Dios

📖 “Y el Señor le dijo a Elías: «Sal fuera de la cueva y quédate de pie ante mí, sobre la montaña.» En aquel momento pasó el Señor, y un viento fuerte y poderoso desgajó la montaña y partió las rocas ante el Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto; pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. Y tras el terremoto hubo un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Pero después del fuego se oyó un sonido suave y delicado. Al escucharlo, Elías se cubrió la cara con su capa, y salió y se quedó a la entrada de la cueva. En esto llegó a él una voz que le decía: «¿Qué haces ahí, Elías?»”

‭‭1 Reyes‬ ‭19‬:‭11‬-‭13‬ ‭DHHS94‬‬

Reflexión 🤔Laura Ketchum reflexiona sobre cómo estamos rodeados de voces en esta vida, como titulares de noticias y anuncios de televisión. Estas voces intentan decirnos que es importante escucharlas, pero a menudo no contribuyen en nada a nuestro bienestar.

Con esto en mente, ¿qué voces deberíamos priorizar? ¿Qué voces pueden ofrecernos la vida y la esperanza que buscamos?

Hoy hablaremos de la voz que más importa.

Elías estuvo en la montaña, esperando a que Dios pasara. Había oído muchos ruidos fuertes en rápida sucesión: primero viento, luego un terremoto, luego un incendio. Dios no estaba en ninguno de esos eventos.

Pero entonces, una vez que todos los fenómenos ruidosos y que llamaban la atención habían pasado y todo quedó en silencio, Elías escuchó un débil susurro.

Este sonido silencioso era la voz de Dios que le preguntó simplemente: "¿Qué haces aquí, Elías?".

Esta sí era la voz que Elías había estado esperando. Pero tuvo que dejar que el ruido pasara, antes de poder escuchar lo que Dios le decía.

Conclusión. Todos necesitamos escuchar la voz de Dios. Dios nos creó para tener una relación con Él; si no hacemos espacio en nuestras vidas para esa relación, siempre sentiremos que nos falta algo. Pero, al igual que Elías, la voz de Dios en nuestras vidas rara vez es fuerte ni llama la atención. Normalmente, solo podemos escuchar la voz de Dios si nos detenemos, silenciamos las demás voces a nuestro alrededor y centramos nuestra atención en lo que Dios nos dice.

Puede que Dios no te hable en un susurro audible, pero cuando le presentas tus pensamientos y peticiones, puedes confiar en que responderá. Él puede hablar a través del sabio consejo de personas de confianza. A través de puertas cerradas y nuevas oportunidades. A través de las preocupaciones y pasiones que ha puesto en tu corazón, y a través de su Palabra escrita en la Biblia. Cuando acallamos las voces que nos rodean y le damos espacio a Dios para que hable, él no nos defraudará.

Oración 🙏🏻 “Padre, eres el Rey y Creador del universo entero, y aun así, dedicas tiempo a escuchar nuestras oraciones y hablarnos. Es maravilloso. Gracias por cuidarme tanto. Ayúdame a que escucharte sea una prioridad en mi vida esta semana. ¿Qué quieres decirme? En el nombre de Jesús, amén.

Bendiciones y feliz Miércoles!…🤗

“Habla de Dios y de la Biblia, y piensa ¿Cuándo fue la última vez que te detuviste y te diste tiempo para escuchar lo que Dios podría querer decirte? Reserva un tiempo hoy para acallar las voces que te rodean y abre tu Biblia, pues por ella podrás escuchar la voz de Dios.”

Por favor contribuye a que la vida en nuestra sociedad sea mejor, conociendo, viviendo y compartiendo esta reflexión que nos conecta con el evangelio.

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