Ánimo Soldado
📖 “Cierta noche, dijo el Señor a Pablo en una visión: —No tengas ningún temor. Sigue anunciando la buena nueva sin que nada te haga callar. Yo estoy contigo, y nadie te atacará ni te causará daño; además, hay muchos en esta ciudad que están destinados a formar parte de mi pueblo.” Hechos 18:9-10
Reflexión 🤔
Hemos visto que hablar de La Verdad que es Jesús y su evangelio, remueve lo más íntimo de las personas: sus falsas convicciones; y eso es motivo de conflictos y violencia en contra del mensajero. Sin embargo, los verdaderos cambios de vida en los que están destinados a ser salvados, se alimentan del evangelio y solo del evangelio; nunca de ideas humanas, huecas filosofías, razonamientos de hombres, o doctrinas extra bíblicas; porque solo “Tu Palabra me da vida, confío en Ti Señor; tu Palabra es eterna, en ella esperaré”. Cualquier otro alimento, es simplemente basura!
Pero quien es enviado a predicar la sana doctrina, sabe que estará expuesto a los ataques de los enemigos de Cristo, como sucedió con San Esteban, quien momentos antes de morir dijo a sus lapidarios: “Ustedes, gente testaruda, de corazón empedernido y oídos sordos, siempre han ofrecido resistencia al Espíritu Santo. Como sus antepasados, así son ustedes. “¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados, que hasta mataron a los que predijeron la venida del Justo, al que ustedes también acaban de traicionar y asesinar?” Instantes después, Esteban también fue asesinado.
—Hechos 7:51-52
Los enviados de Dios son Luz del mundo y la Sal de la tierra, sin embargo el mundo no los mereció. “A unos los mataron a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los dejaran libres. Otros sufrieron burlas y azotes, y hasta los encadenaron y encarcelaron. Algunos fueron apedreados, o cortados con una sierra por la mitad, o asesinados con espada. Otros anduvieron fugitivos de un lugar a otro, vestidos con pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, siempre afligidos y maltratados. A estos, que anduvieron sin rumbo por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas, el mundo no los merecía. Y aunque todos fueron aprobados por su fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa. Es que Dios tenía preparado algo mejor: los perfeccionará a ellos cuando nosotros también lo seamos.”
—Hebreos 11:35-40
Ilustración 📃
Un joven marino que estaba en su primera batalla, cuando vino una lluvia de balas del enemigo, casi se desmayó. Uno de los oficiales superiores, comprendió su terror y estrechando su mano, le dijo con cariño: —“¡Valor muchacho!, estarás bien dentro de unos momentos; yo tuve la misma experiencia en mi primera batalla, ánimo!” Aquel joven vivió y llegó a ser oficial de honor, y decía con frecuencia, que las palabras dichas en aquella ocasión por su superior, fueron para el como si un ángel mismo hubiera venido y puesto vida nueva en su interior. Desde ese momento fue más valiente que los demás.
Esto mismo es lo que hizo Cristo con Pablo, y es lo que hace también actualmente con todos los desalentados y desanimados que confiamos en él.
Charles H. Spurgeon, atinadamente decía: “La iglesia de Dios no podría estar mejor edificada como cuando es construida con hombres de corazones quebrantados. Últimamente, he orado a Dios en secreto muchas veces, pidiéndole que le agrade reunir de entre nosotros, un pueblo que tenga una profunda experiencia, que conozca la culpa del pecado, y que sea quebrantado y reducido a polvo bajo un sentido de su propia incapacidad e indignidad. Estoy persuadido que sin una dolorosa experiencia del pecado, raramente habrá mucha fe en las doctrinas de la gracia, y habrá poco entusiasmo en alabar el nombre del Salvador. La iglesia necesita ser edificada con hombres que hayan sido abatidos. Porque a menos que conozcamos en nuestros corazones nuestra necesidad de un Salvador, nunca seremos lo suficientemente dignos de predicarlo a Él. El predicador que nunca ha sido convertido, ¿qué puede decir al respecto? Y quien no haya estado nunca en la mazmorra, quien no haya estado nunca en el abismo, quien no se haya sentido echado lejos de la presencia de Dios, ¿cómo podría consolar a muchos de los que están ahora perdidos y sujetados con las cadenas de la desesperación? ¡Que el Señor quebrante muchos corazones, y que luego los vende, para que con ellos edifique la iglesia y habite en ella!”
Conclusión
“No tengas miedo de lo que estás a punto de sufrir. El diablo meterá a algunos de ustedes en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán por diez días; pero si permaneces fiel, incluso cuando te enfrentes a la muerte, te daré la corona de la vida.» Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias. Los que salgan vencedores no sufrirán daño de la segunda muerte.”
—Apocalipsis 2:10-11
Yo se que en ocasiones todos tenemos temor, tu también lo sabes, y Jesús lo sabe, por eso, como aquel oficial, hoy nos anima con estas palabras: “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” —Juan 16:33
Bendiciones y feliz Sábado! 🤗
“Habla de Dios y de la biblia, y cuando estes en el fragor de la batalla, fortalécete en la seguridad de que Jesús jamás te dejará solo”