Aprendiendo a Confiar

📖“Si el Señor no me hubiera ayudado, yo estaría ya en el silencio de la muerte. Cuando alguna vez dije: «Mis pies resbalan», tu amor, Señor, vino en mi ayuda. En medio de las preocupaciones que se agolpan en mi mente, tú me das consuelo y alegría.”
‭‭Salmos‬ ‭94:17-19‬ ‭DHHDK‬‬

Reflexión 🤔 No hay nadie que no haya sentido inseguridad en algún momento de su vida, absolutamente nadie!..Todos alguna vez, hemos dudado en si alguna cosa que hacemos, o adversidades por las que atravesamos, llegarán a tener un buen final. Analizar los riesgos antes de emprender una acción determinante, es ejercer prudencia, para evitar al máximo el mínimo de error, ya que hay errores que nos pueden costar la vida.

La prudencia es una virtud. La Biblia nos dice que: “Los prudentes examinan cuidadosamente sus pasos. Los sabios son precavidos y evitan el peligro; los necios, confiados en sí mismos, se precipitan con imprudencia.” Proverbios‬ ‭14:15-16‬ ‭NTV‬‬

Sin duda hasta ahí todo está bien; sin embargo podemos caer en alguno de estos dos extremos: Temores paralizantes por riesgos imaginarios que nos impiden avanzar, o un imprudente y temerario exceso de confianza.

Ilustración 📃 Un viajero muy cansado llegó a la orilla de un río y se percató que No había un puente por donde poder cruzar. Era invierno y la superficie del río se hallaba congelada. Ya obscurecía, y deseaba llegar pronto al pueblo que se encontraba a poca distancia más allá del río, y necesitaba hacerlo mientras tuviera suficiente luz para distinguir el camino y evitar riesgos.
Llegó a preguntarse si acaso el hielo sería lo suficientemente fuerte para soportar su peso. Como viajaba solo y no había nadie más en los alrededores, una fractura y caída en el río congelado, significaría una muerte segura; pero, por otro lado, pasar la noche en ese hostil paraje, representaba también el peligro de morir por hipotermia. Había que tomar una decisión lo más rápida y sabia posible.
Por fin, después de muchos titubeos y miedos, se arrodilló y comenzó, muy cauteloso, a arrastrase por encima del hielo. Pensaba que, al distribuir el peso de su cuerpo sobre una mayor superficie, sería menos probable que el hielo se quebrara bajo su peso. Después de haber recorrido la mitad del trayecto en esta forma lenta y dolorosa, que casi congelaba tanto sus manos como sus rodillas, de pronto escuchó el sonido de una canción detrás de sí.
De la noche salió un carruaje tirado por cuatro caballos, cargado de carbón, y conducido por un hombre que cantaba con alegría, mientras iba despreocupado por su camino.
Allí se encontraba nuestro temeroso viajero, arrastrándose con manos y pies, mientras, a su lado, como un viento invernal, pasaba el alegre y confiado conductor con su carruaje, caballos y pesada carga por el mismo río.
Esta historia nos ilustra cómo muchas personas pasan con diferente actitud, por las mismas dificultades que les presenta la vida:
Unos se quedan en la orilla de la indecisión, incapaces de decidir qué camino tomar. Otros prefieren permanecer allí, tratando de reunir suficiente valor para llegar al otro lado del problema en que se encuentran. Algunas personas se arrastran en la vida por temor a que las dificultades se les vuelvan adversas, se les rompa el hielo y sucumban. Su fe no es lo bastante fuerte para sostenerlos de pie en medio de la adversidad.
De acuerdo, se necesita fe; pero fe en quién?..
Existen los que van silbando por el camino. Ellos saben en quien tienen puesta su confianza y su fe en Dios, es inquebrantable.
Es seguro, que en algún momento de la vida, todos hayamos tenido dudas y temores, que es necesario superar poniendo nuestra confianza solamente en Dios.
📖“Pedro le dijo: —Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua. —Sí, ven —dijo Jesús. Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús, pero cuando vio el fuerte viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse. —“¡Sálvame, Señor!” —gritó. De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró. —“Tienes tan poca fe” —le dijo Jesús—“¿Por qué dudaste de mí?” Mateo‬ ‭14:27-31‬ ‭NTV‬‬
Conclusión: Algunos buscarán ser muy valientes y jactarse de enfrentar grandes riesgos; pero si no han sido llamados por Jesús, tampoco serán respaldados por Él. Pedro no comenzó a caminar sobre las aguas por ocurrencia propia; sino que pidió ser llamado, y lo fue, por eso lo estaba logrando, hasta que dudó.
Necesitamos aprender a distinguir el llamado de Jesús para hacer todo confiando siempre en Él; sólo así prevaleceremos cuando se nos presenten ríos de adversidades, y no temeremos, ni nos arrastraremos llenos de inseguridad por la vida. Dios nos ha prometido ayuda, y con ella, podemos enfrentar la dificultad y llegar con seguridad hasta el otro lado del río, aún más allá de la misma muerte.
Entonces qué hacer?..Desconfiar o confiar?..La respuesta es: Confiar cuando sea Dios; y desconfiar cuando seamos nosotros, Pero asegurémonos de no ir nunca por nuestra propia cuenta y riesgo, eso marca la diferencia, y para reconocerla, necesitamos sabiduría, porque la línea divisoria, es muy sutil, y la mayoría le atribuyen a Dios cosas que hacen ellos por su propia cuenta, mientras que se resisten a hacer las verdaderas cosas que Él sí manda.
Recuerda la formula que usa Dios:
1.-Llama, 2.-convierte, 3.-capacita, 4.-envía y 5.-respalda.

Bendiciones y feliz Viernes! 🤗

“Habla de Dios y de la Biblia, para conocer lo que Dios sí manda, pero también lo que no”

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