Arrepentimiento Y Perdón
🌟 📖 “»No hay otro Dios como tú. Tú perdonas nuestra maldad y olvidas nuestro pecado. Tan grande es tu amor por nosotros que tu enojo no dura para siempre. »¡Vuelve a compadecerte de nosotros, y arroja todos nuestros pecados a lo más profundo del mar! Déjanos disfrutar de tu amor y fidelidad, porque así lo prometiste a Abraham, a Jacob, y a todos nuestros antepasados ».” Miqueas 7:18-20
Reflexión 🤔 ¿Qué hace Dios con Nuestros Pecados?..
No hay mayor gozo y paz para un pecador, que el saber que ha sido rescatado, sanado, restaurado y perdonado de todos sus pecados.
El Espíritu Santo "testifica a nuestro espíritu," dándonos gran seguridad de que todos nuestros pecados han quedado cubiertos bajo la sangre de Jesucristo.
Jesús es nuestro gran abogado en el cielo, defendiendo nuestro caso ante el Padre. Él está declarando el hecho de que nosotros ya lo hemos aceptado como nuestro sustituto que murió en nuestro lugar en la cruz.
El Espíritu Santo está trabajando dentro de nosotros, señalando nuestros pecados y depravación, y dándonos seguridad de los infinitos beneficios de la sangre redentora de Jesucristo, para limpiar y perdonar. Él nos ayuda a confiar completamente en Jesucristo y en Su obra terminada, completa y perfecta.
Dios el Padre puso todos nuestros pecados en Su Hijo. Jesús llevó nuestros pecados como nuestro Sustituto divino. Isaías 53:6 lo asegura: "Mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros".
Angustiado, y afligido, como cordero fue llevado al matadero. "¡Consumado es!" Nuestra deuda ha sido pagada en su totalidad!.
Ilustración 📃 Un misionero se estaba esforzando en hacer comprender a los nativos de una aldea africana, cómo era que el poder de la sangre de Jesús, basta para limpiarnos de todos nuestros pecados y sin ninguna necesidad de ceremonialismos.
Al fin, una mujer se acercó a él, y con pena le confesó: “Señor; pero mis pecados son tantos como las arenas en la ribera del mar. ¿Acaso puede Jesús borrarlos todos?”
El misionero contestó:
“Ve a la orilla del agua, y levanta un gran montón de arena. Luego siéntate cerca y espera y verás lo que sucede.”
La mujer se quedó pensando un instante y por fin exclamó:
“¡Ya lo entendí! ¡ya lo entendí! …igual como el mar se llevaría todo el montón de arena, así también la sangre de Jesús me lava de todo mi pecado!”
Tenemos entonces que aprender a confiar en la clase insuperable de amor y misericordia de Dios. Necesitamos leer el Salmo 86:5 “Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan”.
David comprobó en su propia persona ese perdón, cuando dijo en el Salmo 32:5 “Te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor», y tú perdonaste mi maldad y mi pecado”.
Conclusión. Entonces aún hay tiempo para
“Que abandone el malvado su camino,
y el perverso sus pensamientos.
Para que se vuelva al Señor nuestro Dios,
que es generoso para perdonar,
y de Él recibirá misericordia”. Isaias 55:7
Bendiciones y feliz Martes! 🤗
“Habla de Dios y de la Biblia, y convence a otros, de que podrán experimentar la seguridad del perdón incondicional que Dios da a quienes lo buscan, siempre y cuando se arrepientan de todo corazón”