ASistema de Defensa y Blindaje
📖“Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo. Porque no estamos luchando contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de tinieblas que nos rodea. Por eso, tomen toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo y, después de haberse preparado bien, mantenerse firmes. Así que manténganse firmes, revestidos de la verdad y protegidos por la rectitud. Estén siempre listos para salir a anunciar el mensaje de la paz. Sobre todo, que su fe sea el escudo que los libre de las flechas encendidas del maligno. Que la salvación sea el casco que proteja su cabeza, y que la palabra de Dios sea la espada que les da el Espíritu Santo.”
Efesios 6:11-17 DHHDK
Reflexión 🤔 Cuando tratamos el tema de seguridad, es imprescindible revisar toda circunstancia y punto débil, si es que queremos experimentar una completa sensación de tranquilidad, al confiar en la eficacia del sistema que nos protege. Y nuestra seguridad de salvación eterna, es lo más importante que debemos atender, y la biblia nos garantiza que únicamente la auténtica fe en Cristo Jesús, que se demuestra por la evidencia de una vida apartada del pecado, nos pondrá en la posición de absoluta certeza de salvación eterna.
Ilustración 📃 Hace unos cuantos años, el Servicio Secreto de los Estados Unidos, observó que un alto funcionario del gobierno parecía ser el «menos protegido» de los miembros del gabinete. De manera que instalaron en la suite del funcionario en Washington, cuatro puertas de seguridad hechas de vidrio a un costo de 58.000 dólares. Además de éstas, había un par de enormes puertas gruesas de madera que eran imposibles de derribar.
Posteriormente, cuando la persona que supervisa los gastos miró los resultados, notó que las nuevas puertas de seguridad siempre «estaban abiertas y sin vigilancia». Así que su valor para brindar seguridad era cero.
En este incidente hay un paralelo espiritual. El Señor ha provisto la armadura completa que necesitamos para enfrentar todo tipo de prueba y tentaciones. Por ejemplo, 1 Tesalonicenses 5:8 habla de la «la coraza de fe y amor». Cuando los problemas invaden nuestras vidas, la fe los puede desarmar. Y el amor impide que las dificultades nos lleven a encerrarnos en nosotros mismos y que nos ahoguemos en autocompasión. El amor concentra nuestra atención en las necesidades y el bienestar de los demás.
El yelmo de «la esperanza de salvación» es una espera confiada en el rescate máximo, el cual nos puede guardar de no perder la cabeza en medio del desorden.
Recuerde, nuestro sistema de defensa no es automático. Para que sean útiles, los recursos de Dios deben ponerse en uso.
📖1 Tesalonicenses 5:8 dice: “
…seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como un casco”.
Recordemos que cada pieza de la armadura tiene un significado y una interpretación. Vamos a analizar la armadura pieza por pieza.
El yelmo de la salvación ¿Qué significa?
Recordemos que el yelmo era un casco de acero o bronce que se ponía en la cabeza y que cubría parte de la cara y el cuello del guerrero. El objetivo del yelmo es proteger la cabeza de ataques y golpes que, de no llevarlo, serian indudablemente mortales. Un golpe certero en la zona de la cabeza significa la muerte del guerrero o por lo menos una lesión de por vida.
Nosotros los guerreros espirituales tenemos la misma necesidad, solo que, claro está, en un sentido espiritual. Si nuestra cabeza se encuentra desprotegida, los ataques del maligno van a penetrar y a dañar una zona muy importante de nuestra alma. El yelmo de la salvación sirve para protegernos de los ataques del enemigo a nuestra mente.
El enemigo nos ataca con diversos ataques mentales cuyo único objetivo es hacernos perder la fe en Dios y la confianza en nosotros mismos. Antagónicamente, el yelmo de la salvación utiliza nuestra seguridad de salvación para repeler estos ataques.
A continuación veremos algunos ejemplos de ataques del enemigo y de cómo la seguridad de salvación es capaz de repelerlos:
· El enemigo te dice: “ ¡pecaste! Dios no está contigo!!” a lo que respondemos “mi salvación no depende de lo que yo haga, sino de lo que Cristo hizo ya”
· El enemigo te dice: “ahora si es verdad que de esta no te levantas” a lo que respondemos “Fui salvado, y todo el que es sabio se levanta.”
· El enemigo te dice: “Dios no te ama” a lo que respondemos “si no me amara no habría dado la vida de su hijo por mi”
· El enemigo te dice: “y ahora ¿que vas a hacer con esta situación? De esta si que no sales” a lo que respondemos “Dios me salvó no solo del pecado, ni del infierno, sino también de esta situación”
· El enemigo te dice: “ ¿estas seguro de que Dios te va a dar eso que pides?” a lo que respondemos “Si Dios me dio a su único hijo, no nos dará junto con el todas las cosas?”
De manera que el hecho de ser salvos, y de estar seguro de serlo, trae consigo la seguridad de que al final, todo estará bien, de que Dios nos ama, de que no nos desamparará, de que nos dará todas las cosas, y de que cada situación desagradable tendrá un propósito glorioso.
¿Cómo nos ponemos el yelmo?
Primeramente, obtener el yelmo es bien sencillo, solo implica una confesión de nuestros labios y fe en el corazón:
“Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.
Romanos 10:9-10
Y eso es todo, si tan solo creemos en la resurrección del Señor Jesucristo, y confesamos su señorío delante de los hombres, hemos obtenido el yelmo de la salvación. Ahora bien, no es lo mismo “tener” el yelmo que “tener puesto” el yelmo. Por eso el apóstol nos dice:
📖 “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”. Efesios 6:11
Como dándonos a entender que no todos la tenemos puesta, y de los que la tenemos puesta, no todos tenemos todas las piezas puestas.
Ponernos el yelmo de la salvación implica:
1.- Tener conocimiento de los versos bíblicos que nos ofrecen promesas sobre la salvación.
2.- Meditar sobre esos versos bíblicos.
3.- Responder a los ataques mentales recitando los versos bíblicos y explicando lo que entendemos de ellos gracias a la revelación del Espíritu Santo.
Debemos recordar además que el simple hecho de ser salvos, conlleva en si mismo numerosas promesas implícitas. Les pondré estas que me llegan a la mente ahora, pero de seguro hay más. Analicen las promesas relacionadas con la salvación detenidamente usando la lógica y de seguro encontrarán muchas mas.
1.- Si soy salvo por gracia y no por obras, entonces mis malas obras no cuentan para ser salvo.
2.- Si soy salvo por gracia y no por obras, entonces mis buenas obras no me hacen merecedor de nada. Todo es por gracia.
3.- La salvación no es únicamente del pecado, antes bien hemos sido salvados de todas las cosas que van a ocurrir en nuestra vida. Fíjese por favor que estoy hablando en pasado: “hemos sido salvados”; esto es porque no es que seremos salvados de tal o cual situación, sino que en el momento que recibimos a Cristo en nuestro corazón, se nos posicionó en victoria y se nos certificó que todas las cosas malas y pecados cometidos, ya están resueltos. Dios nos promete que todas las cosas acabarán bien, y que aun lo desagradable de la vida nos vendrá con algún propósito.
4.- Si Dios me salvó es porque me ama, porque yo no he hecho nada para merecer el cielo, pero si lo he hecho todo para merecer el infierno. La única explicación para la salvación es el amor.
5.- La salvación es eterna. Piense en esto, Dios sabía todo lo malo que haríamos antes de que lo hiciéramos, sin embargo Dios nos dice “has sido salvado por la sangre de Jesucristo”. ¿Con que cara nos diría Dios “perdiste tu salvación por tu pecado”? yo le respondería “si me diste la salvación aun sabiendo que iba a pecar, ¿como después me la quitas por haber pecado? ¿Cómo puede Dios decirme “eres salvo de todas las cosas” y después mostrar que no era salvo del pecado? ¿Cómo puede Dios decirme eres salvo, para luego resultar ser perdido? No señor!!, una vez que Dios nos salva, somos siempre salvos!.
Bendiciones y feliz Domingo!…🤗
“Habla de Dios y de la Biblia, y descubre en ella la seguridad de nuestra salvación, la cual es inalterable por la obra perfecta de Cristo en la cruz”
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