Auxilio, Ayuda
📖 “Pablo tuvo de noche una visión; vio a un hombre de la región de Macedonia, que puesto de pie le rogaba: «Pasa a Macedonia y ayúdanos!» En cuanto Pablo tuvo esa visión, preparamos el viaje a Macedonia, seguros de que Dios nos estaba llamando para anunciar allí la buena noticia.” Hechos 16:9-10
Reflexión 🤔Si queremos que el mundo cambie, debemos convencernos de que solamente lo hará cuando el evangelio sea anunciado y puesto en práctica. No existe ningún atajo, no existe ningún otro medio para conseguir una transformación de las personas. Jesús enseñó las buenas nuevas de salvación y envío a los suyos a hacer lo mismo por todo el mundo, les dijo “que la cosecha era mucha; pero había muy pocos obreros en los campos del Señor”.
La gente cambia cuando creé, pero si el creer, o sea la fe, surge por escuchar la Palabra de Dios, entonces lo que urge es hablar de Dios y hablar de la Biblia, porque “cómo creerán los que no han oído?..y cómo oirán si nadie les habla?; con razón dice : “que hermosos son los pies de los que anuncian la paz.”
Actualmente estamos viviendo lo que se
conoce como el principio de dolores.
Es el último minuto de la última hora antes de que Dios intervenga en la humanidad como lo anuncia la Biblia, y esto nos convierte entonces, en la generación con mayor responsabilidad de evangelizar, debido a que Dios nos escogió para trabajar en este tiempo, y poner todas nuestras fuerzas en llevar a otros la salvación de Cristo. Esa es la única prioridad y tiene efectos de eternidad, porque sin evangelio no hay salvación.
Ilustración 📃 En la parte nordeste de Borneo, hay una tribu de salvajes que durante muchos años, han tenido la costumbre de conservar disecadas las cabezas de los enemigos que sacrifican. Antes de la Segunda Guerra Mundial, estos salvajes no habían tenido contacto con el cristianismo; pero después de esa guerra, los jefes de la tribu Dyak, invitaron a algunos misioneros metodistas a que trabajaran en uno de sus territorios cercanos. Aquellos indígenas, habían observado la vida de los soldados cristianos, y quisieron que los misioneros les enseñaran acerca de aquel “Jesús Dios” y de aquella “religión fuerte”, puesto que sus creencias paganas no habían podido nunca cambiar su vida. A partir de la Navidad de 1949, los metodistas bautizaron a unos 2.500 de aquellos salvajes en tan solo tres años, incluyendo algunos jefes de esas tribus. Para 1957, los metodistas tenían ya sesenta iglesias entre esos salvajes, con 6.000 miembros, 23 ministros, y unas 11.000 personas más ya estaban preparándose para ser miembros de las iglesias. El entusiasmo por las hermosas enseñanzas de la Biblia seguía creciendo. La salvación de Cristo los había alcanzado para nunca jamás volver a ser iguales. El cristianismo había trasformado en muy poco tiempo toda la forma de vida de las grandes tribus volviéndolos como los cristianos de las iglesias de Pablo.
Si nos quedara solo una hora de vida, ¿qué haríamos? Ciertamente lavar el auto o ir al estilista no sería prioridad; de manera similar, la prioridad del Cielo no es otra que la salvación de la humanidad; el sacrificio de Jesús en la cruz fue por la gente; y el mayor y mejor futuro que puede alguien tener, será una vida con Cristo, desde ahora y hasta la eternidad.
Pero aunque el evangelio es eterno, nosotros no tenemos una eternidad para predicarlo, así que urge hacerlo ahora y con prontitud, evitando que más personas se pierdan para siempre.
Pablo dijo: “Para mí no es motivo de orgullo anunciar el evangelio, porque lo considero una obligación ineludible. ¡Y ay de mí si no lo anuncio! Por eso, si lo hiciera por propia iniciativa, tendría derecho a una recompensa; pero si lo hago por obligación, es porque estoy cumpliendo un encargo que Dios me ha dado. En este caso, mi recompensa es la satisfacción de anunciar el evangelio sin cobrar nada; es decir, sin hacer valer mi derecho a vivir del anuncio del evangelio.” (1 Corintios 9:16 ss)
Conclusión: Aún con todas las fallas y debilidades que podamos tener, debemos anunciar el mensaje de Jesús a todos una y otra vez hasta que lo acepten. No tengas miedo de predicar, no importa lo que diga la gente, porque tú sabes muy bien que la Palabra que anunciamos traerá salvación.
Bendiciones y feliz Sábado! 🤗
“Habla de Dios y de la Biblia. Estamos en la última hora y no hay tiempo que perder para ir a ayudar y rescatar a otros. Dios quiere usarnos, y usará a todos aquellos que tienen amor y pasión por Él. Dile tu también al Señor:
“Heme aquí, envíame a mí”