Cartas a Herodes

Reflexiones Palabra de Poder

22 de Septiembre del 2021

“Cartas privadas”

📖 “Jesús hizo muchas otras cosas; tantas que, si se escribieran una por una, creo que en todo el mundo no cabrían los libros que podrían escribirse.”
‭‭San Juan‬ ‭21:25‬ ‭DHHDK‬‬

Reflexión 🤔En torno a los escritos atribuidos entre Pilatos y Herodes, existe actualmente una intensa actividad en el internet, que aporta diversas conjeturas al respecto de su autenticidad. Tales documentos están contenidos en los libros de “Los Padres Ante-Nicenos”, Vol. 8. Editado por Alexander Roberts, James Donaldson y A. Cleveland Coxe. (Nueva York: Charles Scribner’s Sons, 1916.) Son de dominio público; y se pueden descargar del Internet Archive.

«La carta de Pilatos» puede haber sido publicada antes que el conjunto de los “Padres Ante-Nicenos”, pero esta edición tiene la ventaja de mostrar la opinión de los eruditos sobre el asunto.

Si esta publicación es o no apócrifa, la finalidad de compartirla hoy en nuestras reflexiones diarias “Palabra de Poder”, es para que la examines y juzgues tú mismo, si al menos parte de su contenido podría concordar con algo de la narrativa de los evangelios. El texto menciona lo siguiente…

Pilato escribe a Herodes:
“Pilato, gobernador de Jerusalén, saluda al tetrarca Herodes.
Nada bueno hice bajo tu instigación el día aquel en que los judíos presentaron a Jesús, el llamado Cristo. Pues de la misma manera que fue crucificado, así también ha resucitado al tercer día de entre los muertos, como acaban de anunciarme algunos, y entre ellos el centurión. Yo mismo he decidido enviar una expedición a Galilea y atestiguan haberle visto en su propio cuerpo y conservando el mismo semblante. Y ha llegado a dejarse ver de más de quinientas personas, con la misma voz e idénticas enseñanzas. Estos individuos han ido por ahí dando testimonio de ello, y, lejos de vacilar, han predicado su resurrección como fenómeno extraordinario y han anunciado un reino eterno, hasta el punto de que los cielos y la tierra parecían alegrarse de sus santas enseñanzas [de Jesus]. Y has de saber que Procla, mi mujer, dando crédito a las apariciones que tuvo de él cuando yo estaba a punto de mandarle crucificar por tu instigación, me dejó solo y se fue con diez soldados y Longino, el fiel centurión, para contemplar su semblante, como si se tratara de un gran espectáculo. Y le han visto sentado en un campo de cultivo, rodeado de una gran turba y enseñando las magnificencias del Padre; de manera que todos estaban fuera de sí y llenos de admiración, [pensando] si había resucitado de entre los muertos aquel que había padecido el tormento de la crucifixión.

Y, mientras todos estaban observándole con gran atención, divisó a éstos y se dirigió a ellos en estos términos: «¿Todavía no me creéis, Procla y Longinos? ¿No eres tú por ventura el que hiciste guardia durante mi pasión y vigilaste mi sepulcro? Y tú, mujer, ¿no eres la que enviaste a tu esposo una misiva acerca de mi? el testamento de Dios que dispuso el padre. Yo, el que fui levantado y sufrí muchas cosas, vivificaré por medio de mi muerte, tan conocida para vosotros, toda la carne que ha perecido. Ahora, pues, sabed que no perecerá todo aquel que haya creído en Dios Padre y en mí, pues yo hice desaparecer los dolores de la muerte y traspasé al dragón de muchas cabezas. Y, en ocasión de mi futura venida, cada uno resucitará con el mismo cuerpo y alma que ahora tiene y bendecirá a mi Padre, al Padre de aquel que fue crucificado en la época de Poncio Pilato».

Al oírle decir tales cosas, tanto mi mujer, Procla, como el centurión que tuvo a su cargo la ejecución de Jesús, como los soldados que habían ido en su compañía, se pusieron a llorar llenos de aflicción, y vinieron a mí para referirme estas cosas. Yo, a mi vez, después de oírlas, se las referí a mis grandes comisarios y compañeros de milicia; estos, llenos de aflicción y ponderando el mal que habían hecho contra Jesús, se pusieron a llorar durante el día; y asimismo yo, compartiendo el dolor de mi mujer, estoy entregado al ayuno y duermo sobre la tierra. […] y en esto vino el Señor y nos levantó del suelo a mí y a mi mujer; yo entonces fijé mi vista en él y vi que su cuerpo conservaba aún los cardenales. Y Él puso sus manos sobre mis hombros, diciendo: "Bienaventurado te llamarán todas las generaciones y los pueblos, porque en época tuya murió el Hijo del hombre y resucitó ya ahora va a subir a los cielos y se sentará en lo más alto. Y caerán en la cuenta todas las tribus de la tierra de que yo soy el que va a juzgar a los vivos y a los muertos en el último día".

 
Herodes contesta a Pilato:
“Herodes, tetrarca de los galileos, saluda al gobernador de los judíos, Poncio Pilato.
Estoy sumido en no pequeña aflicción, conforme al dicho de las Sagradas Escrituras, por las cosas que paso a relatarte, así como pienso que tú a tu vez te afligirás al leerlas. Pues has de saber que mi hija Herodíades, a quien yo amaba ardientemente, ha perecido por estar jugando junto al agua cuando ésta desbordaba sobre las márgenes del río. Efectivamente, el agua la cubrió de repente hasta el cuello; su madre entonces la agarró de la cabeza para que no se la llevara la corriente, pero se desprendió ésta del tronco y fue lo único que mi esposa pudo recoger, pues lo restante del cuerpo fue arrastrado por la corriente. Mi mujer ahora aprieta, llorando, la cabeza sobre sus rodillas, y toda mi casa está sumida en una pena incesante. Yo, por mi parte, me encuentro rodeado de muchos males a partir del momento en que supe que tú le habías despreciado [a Jesús]; y quiero ponerme en camino tan sólo para verle, adorarle y escuchar alguna palabra de sus labios, pues he perpetrado muchas maldades contra Él y contra Juan el Bautista; ciertamente estoy recibiendo con toda justicia mi merecido, pues mi padre derramó sobre la tierra mucha sangre de hijos ajenos a causa de Jesús, y yo, a mi vez, he degollado a Juan, el que le bautizó. Justos son los juicios de Dios, porque cada cual recibe su recompensa en consonancia con sus deseos. Así, pues, ya que te es dado ver de nuevo a Jesús, lucha ahora por mí y dile en mi favor una palabra; porque a vosotros, los gentiles, os ha sido entregado el reino, conforme a lo que dijeron Cristo y los profetas. Lesbónax, mi hijo, se encuentra en una necesidad extrema, presa de una enfermedad agotadora desde hace muchos días. Yo, a mi vez, me encuentro enfermo de gravedad, sometido al tormento de la hidropesía, hasta el punto de que salen gusanos de mi boca. Mi mujer ha llegado incluso a perder el ojo izquierdo por la desgracia que se ha cernido sobre mi casa. Justos son los juicios de Dios, por cuanto hemos ultrajado al ojo inocente. No hay paz para los sacerdotes, dice el Señor. La muerte hará presa en ellos y en el senado de los hijos de Israel, pues pusieron inicuamente sus manos sobre el justo Jesús. Todo esto ha venido a cumplirse en la consumación de los siglos; y así, las naciones van a recibir en herencia el reino de Dios, mientras que los hijos de la luz serán arrojados fuera por no haber observado lo que convenía en relación con el Señor y con su Hijo. Por todo lo cual ciñe ahora tus lomos, asume tu autoridad judicial de noche y de día, unido a tu mujer en el recuerdo de Jesús, y será vuestro el reino, pues nosotros hemos hecho padecer al justo. Y si es que hay lugar para mis ruegos, ¡oh Pilato!, puesto que nacimos simultáneamente, da sepultura diligentemente a mi casa, pues preferimos ser sepultados por ti que no por los sacerdotes, a quienes en breve, según las escrituras de Jesús, les espera el juicio. Adiós.

Te he enviado los pendientes de mi mujer y mi propio anillo. Si es que te acuerdas, me lo devolverás en el último día. Ya van aflorando los gusanos a mi boca y con ello recibo el castigo de este mundo; pero temo más a la sentencia de allá, pues los módulos de justicia que me aplicará el Dios vivo serán por duplicado. Vamos desapareciendo fugazmente de esta vida a los pocos años de nacer, y de allí proviene el juicio eterno y la retribución de las acciones”.

Conclusión: de acuerdo a tus conocimientos bíblicos, consideras que estas tan difundidas cartas entre Herodes y Pilato, pudieron ser genuinas?

En su momento, Jesús hizo la siguiente oración: «Oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, gracias por esconder estas cosas de los que se creen sabios e inteligentes, y por revelárselas a los que son humildes y sencillos como niños.” Mateo 11:25 NTV

Bendiciones y feliz Miércoles!…🤗

“Habla de Dios y de la biblia, gózate a tiempo en sus enseñanzas, y llénate de las hermosas promesas de una vida increíble y eterna,
que nos será heredada a todos los que muramos creyendo en Cristo Jesús”

Pidamos al Señor el cese de la violencia, de los abortos y de la pandemia, porque en México las cosas siguen empeorando, pero para esperar un cambio, no hay otra opción más que hacerlo a la manera de Dios, que nos dice…“Si mi pueblo se humilla, ora, me busca y deja su mala conducta, yo escucharé sus oraciones desde el lcielo, perdonaré sus pecados y devolveré la prosperidad a su país. 2 Crónicas‬ ‭7:14

Sin embargo, quién se va a humillar delante de Él, si no le conoce?…y cómo le van a conocer si nadie les ha hablado de Él; así que solamente una buena y correcta predicación bíblica y expositiva, podrá llegar, con el poder del Espíritu Santo, hasta el corazón del incrédulo, para que en verdad crea que Jesús es el Señor, y lo reciba y lo acepte como su único Salvador.

Dios envíe a la tierra hambre de conocer su Palabra escrita en la biblia, para obedecerla y sea así trasformado nuestro país.

Sin la predicación, no queda ninguna otra posibilidad de que las cosas mejoren por sí mismas, por eso:

“PALABRA DE PODER RADIO”, la poderosa Palabra de Dios en el aire, sigue predicando las 24 horas del día, con la pasión y el deseo de salvar y trasformar la mayor cantidad posible de personas. “La cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos, por eso pidan al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a sus campos”. Lucas 10:2

Trasmitimos en el 93.5 de FM, o por el internet.

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