Ciudad de Justicia
🌟 📖 “Tus gobernantes son rebeldes y amigos de ladrones; todos son sobornables y no defienden a las viudas ni a los huérfanos. Por tanto, así dice el Señor, el Señor Todopoderoso, el Poderoso de Israel, dice: ¡Derramaré mi ira sobre ustedes, enemigos tuyos! Yo mismo los derretiré en la fundición y les sacaré la escoria. Y después les daré buenos jueces y sabios consejeros como los que antes tenían. Entonces nuevamente la ciudad de ustedes se llamará «La Ciudad de la Justicia» y «La Ciudad Fiel». Los que regresen al Señor deben ser justos y buenos, y entonces serán redimidos. Pero todos los pecadores serán totalmente aniquilados, porque rehúsan venir a mí.” Isaías 1:23-28 NBV
Reflexión 🤔 Sólo el Señor puede volvernos verdaderamente justos. Ser justos es vivir una vida correcta en todos los sentidos, y mostrar amor y solidaridad con los más necesitados a fin de agradar a Dios. Jesús prometió enviar el Espíritu Santo para convencer al mundo de sus pecados, de lo que es una vida justa y del terrible juicio venidero.
Hoy el mundo se mueve en un enorme pantano de injusticia, y La ONU, y muchos legisladores y jueces, buscan imponer leyes de maldad y perversión, la impunidad reina animando el crimen, y la justicia ya casi no se encuentra.
Los tiempos no mejoran, sino todo lo contrario, y Dios empieza a enviar justos juicios sobre la humanidad entera y Él nos enseñará lo que es la verdadera justicia.
A través del profeta Amós, Dios advierte y rechaza aún hasta las mismas reuniones religiosas, con las que la gente trata de agradarlo, porque las ofrecen personas injustas y no convertidas. Amós dice: “¡Cuánto van a sufrir aquellos que convierten la «justicia» en algo amargo como el vinagre y les tiene sin cuidado el derecho de los pobres!
¡Cómo odian ustedes a los jueces honestos! ¡Cómo desprecian a la gente que dice la verdad!
¡Yo sé que sus crímenes son incontables, que sus injusticias no tienen límite! Ustedes oprimen a la gente honrada, los jueces se venden por dinero y en los tribunales condenan injustamente a los pobres. Por eso, debido a la maldad que existe, el prudente se queda callado. ¡Hagan lo bueno y no lo malo, para que vivan! Porque sólo así el Señor, Dios Todopoderoso, verdaderamente será su ayudador, como ustedes lo han afirmado. Odien el mal y amen el bien; dejen que reine la justicia en sus tribunales. Quizás así el Señor, Dios Todopoderoso, tenga compasión de los pocos israelitas que quedan.
¡Cuánto van a sufrir aquéllos que anhelan que llegue el día del juicio del Señor! ¡Pues ese día no será de fiesta ni prosperidad como ustedes se lo imaginan, sino de tristeza y ruina! En aquel día serán como un hombre que al huir de un león, se topa de frente con un oso; o como un hombre que en una habitación oscura se apoya en una pared y lo muerde una víbora. Sí, ese será un día terrible y de muchas desgracias para ustedes. El Señor dice: «Yo odio las fiestas religiosas con que ustedes pretenden honrarme; para nada me agradan sus homenajes llenos de tanta pompa y ceremonia.
¡Fuera de aquí con sus cantos de homenaje, pues son un mero ruido a mis oídos! Yo no escucharé su música, no importa cuán hermosa sea. »¡Lo que yo quiero es que la justicia y la honradez estén presentes en todas sus acciones, que fluyan entre ustedes como las aguas de un río y, que sean virtudes tan fuertes como las aguas de un torrente profundo!” (Amós 5:7)
Desde el principio Dios había ordenado cómo deberían actuar los jueces de su pueblo, “»Los jueces siempre deben dictar sentencia con justicia, sin tener en cuenta si la persona es pobre o rica; deben ser siempre justos. »No acusen falsamente de algún delito a su prójimo, porque yo soy el Señor.” (Levítico 19:15-16 NBV)
Ilustración 📃 David J. Brewer, ex-juez de la suprema corte de Justicia de los E. U. Dijo: “Cada juez federal debe jurar que administrará justicia sin tomar en consideración a las personas, y procederá con rectitud igualmente con los pobres como con los ricos. Este juramento, al definir las obligaciones oficiales del juez con igual énfasis declara los deberes de cada ciudadano. Uno de los propósitos de la Constitución, es establecer la justicia. Es un gran error suponer que los abogados y los jueces son los únicos responsables de “
establecer la justicia; como también es un error decir que los ministros de cualquier religión son los únicos responsables de practicar esa religión. Para todos nosotros existe el deber universal de practicar la justicia y la religión. Las dos están enseñadas en la Biblia y en ella se demanda que se practiquen.
El Señor dice en Isaías 28:17 “Tomaré la cuerda y la plomada de justicia para examinar la rectitud y resistencia de los cimientos que ustedes han construido. Su apariencia es excelente, pero es tan débil que una granizada los derribaría”.
Meditar en la Biblia nos lleva a vivir una vida de justicia. “Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: son para adquirir sabiduría y disciplina, para ayudar a comprender las palabras inteligentes; para recibir instrucción, prudencia, justicia y equilibrio:
Lo primero que hay que hacer para empezar a ser sabios, es honrar al Señor. Sólo los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.”
(Proverbios 1:1 ss NBV)
Jesús habló muy duramente diciendo: “Les advierto que, a menos que ustedes sean más justos que los fariseos y los maestros de la ley de Dios, no podrán entrar al reino de los cielos.”
(Mateo 5:20 NBV)
Conclusión: Busca ser más Justo, porque si no eres Justo tú mismo, no te importará que los jueces, ni todos los demás tampoco lo sean.
Bendiciones y feliz Martes! 🤗
“Habla de Dios y de la Biblia, busca vivir una vida justa y ayuda a otros a conocer al Señor para que puedan también amar la justicia”