Cuando Dios Da, Da a Manos Llenas
🌟 Job 42:10 ss
📖 “Después que Job oró por sus amigos, Dios le devolvió su prosperidad anterior, y aun le dio dos veces más de lo que antes tenía. Entonces fueron a visitarlo todos sus hermanos, hermanas y amigos, y todos sus antiguos conocidos, y en su compañía celebraron un banquete en su casa. Le ofrecieron sus condolencias y lo consolaron por todas las calamidades que el Señor le había enviado, y cada uno de ellos le dio una cantidad de dinero y un anillo de oro. Dios bendijo a Job en sus últimos años más abundantemente que en los anteriores. Llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas.”
Reflexión 🤔Cuando la Biblia afirma en Romanos 8:28 ”que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman”, no significa que ese beneficio sea siempre material, dado que es mucho más importante que nuestro carácter sea conformado mediante contradicciones, adversidades y sufrimientos, al modelo perfecto que es Jesucristo. De hecho es improbable que sea Dios quien le de prosperidad al impío cuando éste termina por perderse haciendo mal uso de las riquezas. Dios prueba la fe de los suyos en el horno del sufrimiento.
La explicación más clara de los procesos de Dios para madurar a los suyos, lo describe San Pablo a los cristianos de Roma diciéndoles: “También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.”
(Romanos 5:3-5 NTV)
Ilustración 📃
Un prominente hombre de negocios de Nueva York, perdió casi toda su fortuna en la bolsa de valores y decidió irse a California buscando iniciar un pequeño negocio con el poco capital que le quedaba. Compró algunas hectáreas de terreno, y después de muchos esfuerzos y trabajos, logró dejarlo en condiciones de ser cultivable; pero para poder regarlo tuvo que hacer un gran canal, en el cual se le fue todo el resto de su dinero, y poco antes de terminarlo, cayó una enorme tempestad que le inundó toda aquella propiedad y le desbarató completamente el canal que estaba construyendo. Todos lamentaban las reiteradas pérdidas de aquel hombre, quien por momentos se desesperó; pero pronto recapacitó, y aceptando con paz lo que le había sucedido, decidió descansar sus emociones y su corazón, y buscar de Dios. Así que en medio de una terrible catarsis, se derrumbó delante de Dios, lloró y oró dejando todo en sus manos. Pero, ¿cuál no sería su sorpresa cuando el aqua bajó y observó que había abierto una profunda zanja, dejando una ríquisima veta de oro completamente descubierta. Así pues, lo que todos habían considerado como una calamidad, se había vuelto en realidad salvación y gloria.
Aquel hombre fue tratado como Job, todo en él se colapsó, pero recibió prosperidad cuando se rindió al Señor para empezar a vivir en obediencia. A partir de ahí, él supo que estaba viviendo una vida diferente, pero ahora plenamente en la voluntad de Dios y así se reordenaron sus prioridades.
Santiago dijo: “¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre ustedes? Pues de los malos deseos que siempre están luchando en su interior. Ustedes quieren algo, y no lo obtienen; matan, sienten envidia de alguna cosa, y como no la pueden conseguir, luchan y se hacen la guerra. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios; y si se lo piden, no lo reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para gastarlo en sus placeres.” (Santiago 4:1-3 DHHK)
Nuestro señor Jesús enseñó: “La gente que no conoce a Dios trata de conseguir esas cosas, pero ustedes tienen a su Padre en el cielo que sabe que necesitan todo esto. Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan. No se preocupen por el día de mañana, porque el mañana traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus propios problemas.” (Mateo 6:32-34 PDT)
Reflexionemos en lo que dice el profeta Hageo hablando de la gloria postrera del templo, sin olvidar que ahora nosotros somos ese Templo vivo.
“»El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales dice: “La plata es mía y el oro es mío, dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales. La futura gloria de este templo será mayor que su pasada gloria, dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, y en este lugar, traeré paz. ¡Yo, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, he hablado!”».”
(Hageo 2:6-9 NTV)
Así que si todo te sale bien, y sin ningún sufrimiento, dificultades, ni obediencia a la Palabra de Dios prosperas; entonces ten cuidado, porque te volverás vano y de cierto te perderás.
“Ustedes, sus fieles, teman al Señor, pues a quienes le temen nunca les falta nada.”
(Salmos 34:9 RVC)
Bendiciones y feliz Lunes! 🤗
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