Dios Guarda a Los Suyos
📖“El Dios único, Salvador nuestro, tiene poder para cuidar de que ustedes no caigan, y para presentarlos sin mancha y llenos de alegría ante su gloriosa presencia. A él sea la gloria, la grandeza, el poder y la autoridad, por nuestro Señor Jesucristo, antes, ahora y siempre. Amén.” Judas 1:24-25 DHH94I
Reflexión 🤔Cuando se considera el contexto de esta oración, la siguiente pregunta es crucial: ¿a quiénes preserva el Señor Jesús de esta manera? El caso de Judas Iscariote demuestra, que Dios no guarda de la apostasía a todo el que profesa vanamente ser creyente y seguidor de Cristo. Entonces, ¿a quiénes preserva? Sin duda, Dios preserva solo a los redimidos y nacidos de nuevo. Quienes se reconocen por un auténtico compromiso a la fe y esfuerzo en la gracia; y obedecen las exhortaciones que se encuentran en los versículos 20 a 23 de Judas. Esto lo hacen, como expresión del hombre espiritual que responde al diseño de Dios.
Estos creyentes verdaderos, lejos de conformarse con el mero conocimiento y estado espiritual que ahora tienen, tratan sinceramente de seguir edificándose en su santísima fe. Los que tienen un auténtico amor a Dios, lejos de ser indiferentes al estado de sus corazones, velan celosamente por sus afectos, para que su amor a Dios, pueda ser preservado en condición pura, sana y vigorosa, haciendo naturalmente obras de consagración y de obediencia a Dios.
Estos verdaderos santos, lejos de deleitarse en coquetear con el mundo y dar lugar a sus deseos carnales, tienen su corazón ocupado en aborrecer hasta la ropa de los perversos que haya sido contaminada por su cuerpo. El autor ilustra esta amonestación con el trasfondo de la cultura judía, donde la ropa del leproso era declarada inmunda y no debía tocarse. Así debe ser la actitud ante las obras de las tinieblas.
Estos verdaderos hijos de Dios, oran fervientemente por la ayuda del Espíritu Santo, para el cumplimiento de todos los planes que Dios ha marcado en su propósito eterno para con ellos. Están profundamente solícitos por el bienestar de sus hermanos en Cristo. A estos, a pesar de sus debilidades y flaquezas, Dios infaliblemente los preservará de la apostasía mediante su poder y su gracia.
La preservación en la fe de un redimido, no se debe a los propios esfuerzos que él mismo realice para hacer la voluntad de Dios, ya que nuestras fuerzas, enflaquecidas por la debilidad de nuestra naturaleza, no son suficientes para preservarnos nosotros mismos, pues así siempre fallaríamos.
Sin embargo, Dios, apiadado de nuestra inconstancia natural y de nuestra debilidad, ha provisto un mecanismo excelente para hacernos perseverar en la fe. Ha quitado esta carga de nuestros hombros y la ha tomado toda para Él, y de esa manera nos proporciona el consuelo bienhechor, de que no podremos ser arrebatados de sus manos, porque somos suyos y Él nos cuida.
Bendiciones y feliz Martes! 🤗
“Habla de Dios y de la Biblia, para que muchos la conozcan y puedan descansar en las promesas y en la protección del Señor. Y “Tengan compasión de los que dudan. A unos sálvenlos sacándolos del fuego, y tengan compasión de otros, aunque cuídense de ellos y aborrezcan hasta la ropa que llevan contaminada por su mala vida.”
Judas 1:22-23