Dios Siempre al Control
📖“»¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita.” San Mateo 10:29 DHHDK
Reflexión: 🤔 Algunas veces actuamos con temor y desesperación en medio de la adversidad. Entramos en pánico cuando las cosas se salen de nuestro control, y entonces creemos que Dios nos ha abandonado, y que nuestra completa derrota es inminente, pero sentimos eso, porque olvidamos que Él es fiel, y que siempre intervendrá a nuestro favor guardando nuestra vida y la de los nuestros, demostrando así, que solo Dios es nuestra fortaleza en los peores momentos de debilidad.
Ilustración 📃 Dick Hillis y su esposa Margaret se vieron atrapados en China durante la invasión japonesa de la Segunda Guerra Mundial. El matrimonio vivía con sus dos hijos pequeños en el pueblo de Shenkiu.
En el pueblo reinaba la tensión, porque todos los días llegaban informes del avance japonés. En el momento menos oportuno, Dick tuvo un ataque de apendicitis. Sabía que su vida dependía de que emprendiera un largo viaje al hospital. El 15 de enero de 1941, con un mal presentimiento, Margaret lo vio partir.
Al poco tiempo, llegó el coronel chino con noticias: el enemigo estaba cerca y se aconsejaba a los habitantes del pueblo evacuarlo. En su avance, los japoneses venían cometiendo horribles crímenes en masa. Margaret tembló al oírlo, porque sabía que Johnny -de año y medio- y Margaret Anne -de dos meses- no sobrevivirían huyendo como refugiados. Así pues, aún con esos pronósticos fatales, decidió quedarse. Por la mañana temprano, arrancó la hoja del día anterior en el calendario de pared, y leyó el versículo bíblico para ese día. Era el Salmo 56:3 que decía: “En el día que temo, yo en Ti confío”.
El pueblo quedó vacío durante el día. A la mañana siguiente, Margaret se levantó sintiéndose terriblemente abandonada. El versículo del calendario para ese día era del Salmo 9:10 que decía: “En Ti confiarán los que conocen Tu nombre, por cuanto Tú, oh Señor, no desamparaste a los que te buscaron”.
A la mañana siguiente se levantó muy preocupada. No sabía que daría de comer a sus dos niños. En la distancia se oían disparos. El versículo del calendario era Génesis 50:21 “Yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos”. De improviso, apareció una anciana con un caldero de humeante leche de cabra, y otra persona llegó con una canasta de huevos.
Durante el día empezó a intensificarse el fragor de la guerra. Y por la noche, Margaret rogó a Dios por liberación. A la mañana siguiente, al arrancar del calendario la hoja correspondiente al día anterior, vio que la nueva tenía el Salmo 56:9. “Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare”.
La batalla se sentía cada vez más cerca. Margaret no se acostó aquella noche. La invasión parecía inminente. Pero a la mañana siguiente reinaba el silencio absoluto. De pronto, los habitantes de la aldea empezaron a regresar a sus casas, y el coronel chino tocó a la puerta. Le informó que, por motivos desconocidos, los japoneses habían retirado sus tropas. Nadie podía comprenderlo, pero ya el peligro había pasado. Estaban a salvo.
Margaret volvió la vista hacia el calendario de la pared, y comprendió que había estado leyendo mensajes actuales, del puño y letra de Dios. Él había estado con ellos todos los días. La fe de Margaret en el Señor pudo más que su temor al enemigo. Y Dios no la defraudó.
Si lo pensamos bien, ¿qué es una casualidad? ¿Podría ser la acción de Dios en respuesta a las súplicas de los que en Él esperan? La fe, desde luego, diría que sí.
A lo que las personas del mundo le llaman casualidad o coincidencias; los creyentes las llamamos “Dioscidencias” o intervenciones divinas.
Conclusión. “No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.” Isaías 41:10 DHHDK
Bendiciones y feliz Domingo!🤗
“Habla de Dios y de la Biblia para poder construir una fe sólida, que nos permita comprobar que siempre hemos sido guiados y protegidos por Dios, aunque muchas veces no lo entendamos“