Evitemos La Vanidad
🌟 1 Pedro 3:3-4 DHHDK
📖 “Que el adorno de ustedes no consista en cosas externas, como peinados exagerados, joyas de oro o vestidos lujosos, sino en lo íntimo del corazón, en la belleza incorruptible de un espíritu suave y tranquilo. Esta belleza vale mucho delante de Dios.”
Reflexión 📃 Demasiadas personas en razón de su fama o riquezas, o aún sin tener ninguna, pero debido a la maligna influencia de su Ego interior, se creen mejor que los demás, eso es la vanidad. El Real diccionario de la Academia de la lengua Española, define Vanidad de la siguiente manera:
VANIDAD: 1. s. f. Orgullo de quien tiene y muestra un alto concepto de sí mismo con el deseo de ser admirado y considerado por todos. engreimiento, petulancia.
2. Es todo aquello que no se funda en valores morales, sino en la simple ostentación de las vanidades del mundo.
Decía Salomón el Predicador, hijo de David y rey en Jerusalén. “¡Vanidad de vanidades! ¡Vanidad de vanidades! ¡Todo es vanidad! —Palabras del Predicador.
(Eclesiastés 1:1 RVC)
Alguien dijo: “Si alguno se cree importante, sólo vaya un momento a la tumba de su padre”.
Ilustración 📃 El rey Luis XIV de Francia iba a ser sepultado en la Catedral de Notre Dame, en París. El templo estaba profusamente decorado. La concurrencia allí reunida, representaba a lo más grande y selecto de la alta alcurnia y la realeza que el mundo había visto. El cuerpo del rey muerto estaba ataviado con elegantes, vistosos, finos y ricos vestidos. Los nobles que habían llegado procedentes de lejanos y de cercanos países, esperaban un grandioso panegírico, como según ellos, lo merecían la ocasión y el monarca muerto. Sin embargo, quedaron sorprendidos, atónitos, alarmados y hasta pasmados, cuando escucharon al predicador simplemente decir: “¡Solamente Dios es grande!”…
Había de verse la expresión de todos aquellos rostros, que se miraban extrañados unos a otros, porque no fueron alimentados con la vana palabrería del sermón que esperaban oír, ni fue adulado el difunto en su funeral, ni se ponderó la vanidad del monarca muerto.
Lo anterior nos hace recordar lo que Dios, por medio del profeta Oseas 11:9 había dicho: “Dios Soy, y no hombre; Yo Soy el Santo en medio de ti…”, y Jesús también dijo: “Ninguno hay bueno, sino sólo Dios” (Lucas 18:19)
Pablo dijo: “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos” (Filipenses 2:3)
“Les pido que no se crean mejores de lo que realmente son. Más bien, véanse ustedes mismos según la capacidad que Dios les ha dado como seguidores de Cristo.” (Romanos 12:3)
Conclusión. Qué grata influencia nos dejan las personas sencillas, que desempeñando cargos o actividades de verdadera importancia, son humildes y usadas por Dios, y en su breve paso por la vida se vuelven “Luz del mundo y Sal de la tierra”. Pero en contraparte, qué desagradable impresión nos deja una persona que presume de sí misma y de sus efímeras riquezas, glorias y vanidades, pero que no considera la eternidad, que es lo verdaderamente valioso.
Entonces… Quién hay digno de ser alabado? A quién daremos pues la gloria y el honor?..
“¡Alabado sea el nombre del Señor! El Señor dio una orden, y todo fue creado. Todo quedó para siempre en su lugar; el Señor dio una orden que no se debe alterar. Que alaben al Señor, desde la tierra, los monstruos marinos y el mar profundo; el fuego y el granizo, la nieve y el rocío, y el viento tempestuoso que ejecuta su palabra; los montes y las colinas, los árboles frutales y los cedros, los animales salvajes y los domésticos, los reptiles y los pájaros, los reyes de la tierra y todos los pueblos, todos los jefes y gobernantes de la tierra, los jóvenes y las doncellas, los ancianos y los niños. ¡Alabado sea el nombre del Señor! ¡Solo su nombre merece ser exaltado! ¡Su gloria domina los cielos y la tierra! ¡Que alaben al Señor todos sus fieles! ¡Que lo alabe Israel, su pueblo cercano! ¡El Señor ha dado poder a su pueblo! ¡Aleluya!”
(Salmos 148:5-14 RVC)
“Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.”
(S. Mateo 6:13)
Bendiciones y Feliz Viernes! 🤗
“Habla de Dios y de la Biblia que es su Palabra, y llenemos el mundo del evangelio puro; porque solo eso cambiará la vanidad del corazón humano, y trasformará esta decadente sociedad”