Háblame de tu Dios

📖“Supónganse que ven a un hermano o una hermana que no tiene qué comer ni con qué vestirse y uno de ustedes le dice: «Adiós, que tengas un buen día; abrígate mucho y aliméntate bien», pero no le da ni alimento ni ropa. ¿Para qué le sirve? Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil.”
‭‭Santiago‬ ‭2:15-17‬ ‭NTV‬‬

Reflexión 🤔 La Biblia enseña claramente que las buenas obras son el resultado de la fe. Y que hemos sido creados para andar en buenas obras; porque nuestra fe en Dios se demuestra por las obras. Jesús dijo: “por sus hechos los conoceréis”.

Pero es necesario comprender, que la clase de buenas obras que agrada al Señor, son las de aquellas personas que por fe en Él, obedecen primero sus mandamientos, y que lo bueno que hacen lo hacen “por amor de Dios”, tal como suplican los menesterosos al pedir una ayuda.

Fe sin obras y obras sin fe, ambas son desaprobadas por Dios.

Y qué pensar de los políticos y personas importantes que se avergüenzan y ocultan su fe para que no les critiquen los medios? Así van aprobando leyes perversas que legalizan el aborto y lo incorrecto bajo el nombre de “Progresismo” y aún así, muchos se dicen cristianos, aunque saben que aquello que hacen está mal, que denigra la dignidad del hombre y de la mujer, pero se muestran a favor. Muchas malas obras y nada de fe.

Sabes quién dijo:
“Hágase en mi según tu palabra”?… Esa postura de la Virgen María es la auténticamente cristiana, y significa: “mis obras son las obras que Dios produce en mí, porque tengo fe, esto es: creo todo lo que me enseña la Biblia, ya que la fe solo tiene una sola fuente: viene de oír la Palabra de Dios”. Eso es lo que produce obras de fe, aunque el mundo no las entienda o no las comparta. La mera solidaridad o filantropía no es necesariamente obras de fe.

 Ilustración 📃 Un Capellán se aproximó a un herido en medio del fragor de la batalla y le preguntó:
 — “¿Quieres que te lea la Biblia?”
 —“Primero dame agua que tengo sed”, respondió el herido.
 
 El Capellán le convidó el último trago de su cantimplora, aunque sabía que no habría más agua en muchos kilómetros a la redonda.
 
—“¿Ahora?”, preguntó de nuevo el pastor, —“te leo la Biblia?”…
 
 —“Antes dame de comer”, suplicó el herido.
 
 El Capellán le dio el último mendrugo de pan que atesoraba en su mochila.
 
 —“Tengo frío”, fue el siguiente clamor, y el hombre de Dios se despojó de su abrigo de campaña, pese al frío que calaba y con el cubrió al lesionado.
 
 —“Ahora sí”, dijo el herido al Pastor: —“Háblame de ese Dios que te hizo darme tu último trago de agua, tu último mendrugo de pan, y tu único abrigo. Quiero conocer al que origina esa bondad entre los hombres”.

Por eso pidámosle a Dios que nos enseñe a demostrar nuestra fe con obras, y que nuestras obras demuestren realmente nuestra fe.

Bendiciones y feliz Miércoles! 🤗

“Habla de Dios y de la Biblia, porque conociendo la Palabra de Dios y poniéndola en práctica, daremos testimonio para que los demás también deseen hacerlo”

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