La Depresión
“Reflexiones Palabra de Poder”
13 de Julio del 2021
“La Depresión”
📖 “Con paciencia esperé que el Señor me ayudara, y él se fijó en mí y oyó mi clamor. Me sacó del foso de la desesperación, del lodo y del fango. Puso mis pies sobre suelo firme y a medida que yo caminaba, me estabilizó. Me dio un canto nuevo para entonar, un himno de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán lo que él hizo y quedarán asombrados; pondrán su confianza en el Señor.”
Salmos 40:1-3 NTV
Reflexión 🤔 La depresión es uno de los problemas más comunes de nuestro tiempo, se inicia con la pérdida del control emocional, y se empeora por los pensamientos negativos. El diccionario define la depresión como “un sentimiento de desesperanza extrema”. Esta emoción se manifiesta en reacciones pesimistas tales como : "Todo está perdido, quiero mejor abandonarlo todo, nunca lo podré conseguir", etc.
Nadie, ni aun los más grandes líderes espirituales de la Biblia, estuvieron exentos de la depresión. El salmista David la experimentó diciendo: “¿Por qué te abates, oh, alma mía? ¿Por qué te turbas dentro de mí? ”(Salmos 42:5). Moisés clamó, ““Yo no puedo ya encargarme de llevar solo a todo este pueblo; es una carga demasiado pesada para mí. Si vas a seguir tratándome así, mejor quítame la vida, si es que de veras me estimas. Así no tendré que verme en tantas dificultades.”
Números 11:14-15. Elías, el gran profeta, enfrentó también la depresión al siguiente día de su gran triunfo en el Monte Carmelo, cuando desafió a los profetas de Baal, y vio a Dios contestándole su oración en una manera poderosa. Y sin embargo, que rápido pasó de un estado emocional a otro!.
Si todo el mundo se deprime en ocasiones, la pregunta entonces es la siguiente: ¿cuál es el remedio para curar la depresión?
Estudiemos la solución que Dios proveyó para Elías, y todos podremos usarla, solo consideremos detenidamente los siguientes puntos:
Paso 1. La depresión no es un pecado.
Date cuenta de que la depresión no es un pecado, sino un síntoma. La forma en que respondemos a la depresión sí puede ser pecaminosa, pero la emoción misma no lo es. Aunque el pecado puede llevar a la depresión, pero no todas las depresiones vienen del pecado. La depresión es como una luz de advertencia en el tablero de un vehículo. La forma de apagar esa luz de advertencia no es destruyéndola, sino encontrando el problema y corrigiéndolo. Porque cuando la depresión se establece, algo muy adentro está usualmente mal.
Paso 2. Restaura tu cuerpo físico.
“Entonces Elías, se recostó bajo el árbol y se quedó dormido. De repente, un ángel lo tocó y le dijo: ‘Levántate y come’” (I Reyes 19:5). El remedio de Dios involucra descanso, alimentación, y relajación. Nunca debemos olvidar el papel que juegan nuestros cuerpos en nuestras emociones. Algunas personas de modo consistente se descuidan físicamente. Por lo mismo, Dios ordenó un día de descanso semanal. Debes obtener el suficiente descanso, comer una dieta balanceada y hacer ejercicio regularmente.
Paso 3. Entrégale a Dios tu frustración.
El Señor le preguntó: “¿Qué haces aquí, Elías?”, y Elías respondió: ‘He sentido mucho celo por el Señor Dios Todopoderoso. Los hijos de Israel han dejado tu alianza, han derribado tus altares, y han matado a cuchillo a tus profetas. Y yo solo he quedado, y me buscan también para quitarme la vida”(I Reyes 19:9-10). Elías se desahogó con Dios, y derramó sus sentimientos internos. Dios le permitió a Elías ventilar sus frustraciones sin condenarlo o criticarlo. Sin importar lo mal que nuestras circunstancias parezcan, nunca debemos dejar de comunicarnos con Dios. Ábrele tu corazón, simplemente deja que Dios sepa cómo te sientes. Renunciar a tu frustración conlleva una limpieza de todo lo que ha sido empujado hacia adentro de ti y ha creado estas emociones negativas.
Paso 4. Refresca tu conciencia de la presencia de Dios.
“El Señor dijo: ‘Sal fuera, y ponte en el monte delante del Señor’” (I Reyes 19:11). Nada te aliviará como entrar en la presencia de Dios y darte cuenta de que te ama y cuida de ti, independientemente de cómo te sientes. Dios nunca prometió que esta vida sería fácil y feliz, pero hizo promesa de ir con nosotros a través de todo nuestro dolor. Si estás deprimido, pasa tiempo a solas con tu Biblia y Dios. A medida que lees, permites que Dios te hable y te ame. No hay mejor antidepresivo que la comunicación y la comunión con Dios.
Paso 5. Re-direcciona tu vida.
Dios le dio a Elías una nueva misión. “Vuélvete por tu camino, y ve al desierto de Damasco. Al llegar allí, ungirás a Hazael rey de Siria”(I Reyes 19:15). La forma más rápida para derrotar la depresión, es dejar de ahogarse en la auto compasión e involucrarse en nuevas actividades, Deja de enfocarte en ti mismo y empieza a pensar en las necesidades de los demás. Encuentra a personas menos afortunadas que tú y ayúdalas a sobrevivir. Cuando te entregas a los demás, Dios se entregará a ti. Jesús dijo: “Todo aquel que pierda su vida por mí, la encontrará” (Mateo 16:25).
Paso 6. Restaura una amistad.
“Así que Elías se fue de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat,” (I Reyes 19:19). Las personas deprimidas necesitan verdaderos amigos. No luches contra la depresión solo. Busca a un amigo que te brindará apoyo y aliento; alguien que te ayudará a ver las circunstancias como son, no como las percibes tu.
El objetivo principal de la amistad es sostener y hacer soportables las cargas del otro.
Cristo puede levantarte de la depresión. Él te puede ayudar. Él puede sanarte. ¡No tienes que dar traspiés caminando deprimido por la vida!
Conclusión: Siempre tenemos que continuar por el bien de nuestro futuro. A veces no hay lugar ni tiempo para esconderse, sino para ser fuertes y valientes y afrontar la situación de nuestras vidas. Cuando perseveramos, al final nos volvemos fuertes, completos y sin carencia de nada.”
📖 «“¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y Salvador!”
Salmos 42:6 DHHDK
Oración 🙏 “Señor, en todo tiempo te alabaré!…Aunque mi corazón esté abrumado y mis pensamientos confundidos, sé que tú sigues teniendo el control de mi vida, y sé que cuando la depresión haya pasado, yo habré aprendido mucho a controlar mis emociones y a valorar tus cuidados. Gracias porque haces que todo, absolutamente todo, contribuya para el bien de los que te amamos. Sigue Señor, guiando mi vida a tu manera, hasta que aprenda tus lecciones y sea como Tu quieres, en el nombre de Jesús, amén!”…
Bendiciones y feliz Martes!…🤗
“Lee la biblia y habla de Dios, pues solamente en Él encontrará reposo nuestra alma”
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