La Iglesia es mi Familia
📖 “Mientras Jesús hablaba a la gente, su madre y sus hermanos, que deseaban hablar con él, se tuvieron que quedar fuera. Cuando alguien le avisó a Jesús que su familia estaba fuera y quería hablarle, él preguntó: —¿Quién es mi madre?, ¿quiénes son mis hermanos? Y señalando a sus discípulos, dijo: —Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos. ¡El que obedece a mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre! Mateo 12:46-50 NBD
Reflexión 🤔 No solamente nosotros conocemos la voluntad de Dios, sino que su pueblo, que consta de multitudes incontables a lo largo y ancho de la tierra también la conoce, y en medio de esa gran iglesia universal, nuestra pequeña congregación local, es el lugar ideal de pertenencia, y la aliada más valiosa para sostenernos fieles en tiempos de adversidad, esperando que toda esta condición de decadencia espiritual, confusión y pecaminosa locura colectiva creciente, llegue a su fin con el retorno de Jesús, ó antes, si primero Él nos llama a su presencia a través de nuestra muerte.
Pero porqué nos sentimos tan a gusto en la iglesia?…Porque todo el mundo siente la necesidad de pertenecer a algún lugar, no importa a cuál; por eso algunos que aún no pertenecen a alguna iglesia, buscan amenos brindis en tabernas o antros, o desean convivir al menos en algún club social. Porque un lugar donde otros te conocen y te muestran una mínima estimación, es siempre un lugar que parece satisfacer nuestra necesidad de afecto.
Pero a diferencia de esos lugares del mundo, en una iglesia, Dios hace que las personas se necesiten unas a otras. Todos necesitamos saber que hay alguien que se preocupa sinceramente por nosotros, alguien a quien le interesa saber cómo estamos, que conoce y ama a nuestros hijos, que está siempre ahí para nosotros y que nos ayudarán aún si enfermamos, y orarán por nuestros problemas personales y familiares, y hasta nos proveerán de sabios consejos bíblicos para nuestro bien temporal y eterno, y eso no sucede en las otras reuniones del mundo.
Todos necesitamos un lugar en el que podamos participar y servir usando nuestros dones y talentos, es ahí donde realmente encontramos nuestro lugar.
Desde su inicio y hasta ahora, la verdadera iglesia se caracteriza por un hermoso y natural compañerismo, como lo describe el libro de los Hechos 📖“Vendían lo que tenían y repartían el dinero entre los que estaban necesitados. Los creyentes, compartían el mismo propósito, cada día solían dedicar mucho tiempo en el área del templo y comían juntos en las casas. Compartían la comida con sencillez y alegría, alababan a Dios y todo el pueblo los estimaba mucho. Cada día el Señor añadía a la iglesia a los que iban siendo salvos.”
Hechos 2:45-47 PDT
¿No estás contento de tener un lugar así?…Acaso lo cambiarías de manera insensata para regresar al mundo entre los que no te serán sinceros?…Acerquemos a muchas personas a un lugar así, donde su vida tendrá sentido, y donde serán amadas y valoradas tal y como son, sin que nunca nadie sea rechazada y sin importar su desempeño, porque esa es la calidez y el amor que la gente del mundo necesita, y que por no saber dónde encontrarlo, buscan en vano en lugares diferentes o inapropiados, donde su vida se confunde y complica aún más de lo que ya está. Traigámoslos de regreso, invitémoslos a la iglesia y sanemos sus heridas con el amor de Cristo. Y si acaso tú eres actualmente una oveja perdida y herida, entonces ya no te alejes mas, y ven al redil respondiendo al llamado de tu pastor, porque tal como exclamó el rey David: “Un sólo día en tu templo es mejor que mil en cualquier otro sitio. Preferiría ser portero del templo de mi Dios, que vivir una vida cómoda en palacios de maldad.”
Salmos 84:10 NBD
Bendiciones y feliz Sábado! 🤗
“Habla de Dios y de la Biblia, para que el mundo sepa que hay un lugar reservado para cada uno, mientras llegamos a nuestro hogar definitivo y eterno. Asiste a tu iglesia, no faltes, ni te regreses al mundo que tanto te ha lastimado. ”Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien. No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino animémonos unos a otros; y tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca.“
Hebreos 10:24-25 DHHDK