La Mejor Ofrenda
🌟 📖"Traerás lo mejor de las primicias de tu tierra a la casa del SEÑOR tu Dios". Éxodo 34:26
Reflexión 🤔 No cabe duda que el egoísmo del ser humano, nos lleva de continuo a apartar lo mejor para nosotros mismos, y dejarles lo de menor calidad a los demás. Esto es lo "natural", sí pero lo vergonzosamente natural de nuestra naturaleza caída y pecadora.
Aun en lo relativo a darle a Dios, también ahí se comprueba este hecho, no sólo con raquíticas ofrendas o limosnas, que en ocasiones se dan de mala gana o por obligación, o sólo para que todos nos vean pasar hacia el frente a demostrar nuestro apoyo económico a la obra de la iglesia; sino que el creyente demuestra también su pésima ofrenda a Dios, desde el tiempo de llegada a la iglesia, porque en el fondo, la impuntualidad está gritando: "mi Dios no es importante y no merece lo mejor de mi".
Ilustración 📃 En la India, el “Sati”, fue un antiguo rito de auto inmolación en la poligamia, donde las viudas decidían quemarse en la misma hoguera donde se cremaba al esposo fallecido. Sin duda, y debido a la creencia de la reencarnación, en la India existieron muchos ritos que resultan aberrantes si los examinamos a la luz de la revelación bíblica.
Dentro de tales ritos, y a manera de leyenda, o sólo ilustración, se cuenta que una misionera se encontró con una mujer hindú a la que le había estado hablando de Cristo. La mujer hindú llevaba a dos niños en brazos. Uno de ellos era muy lindo, inteligente y avivado, lleno de salud y muy prometedor. El otro, por el contrario, era deficiente en cuerpo y mente, retardado física y mentalmente. La misionera le preguntó a dónde iba, y para su asombro la hindú le respondió: -Voy al río a ofrecer a uno de mis dos hijos a los dioses en sacrificio por mis pecados.
La misionera le insistió sobre la manera verdadera de agradar a Dios y obtener el perdón de nuestros pecados, con sólo aceptar a Jesús como Salvador, pero al parecer con muy poca aceptación de aquella hindú.
Pocos días después, la misionera se encontró otra vez con la mujer. Esta vez sólo cargaba al niño deformado y retrasado. La misionera le preguntó con ansiedad acerca del otro niño, para oír a la madre responderle:
-¿No recuerda? Cuando nos vimos el otro día, iba yo al río para ofrecer a los dioses a uno de mis hijos.
-Oh, amiga mía -lloró la misionera. Si usted tenía que hacer eso, ¿por qué no ofreció y arrojó al río al que nunca estaría bien?
Sin embargo y para su mayor asombro, la mujer hindú replicó:-Quizá esa sea la manera en que ustedes viven su religión cristiana, pero en la India, nosotros siempre ofrecemos lo mejor a nuestros dioses.
Un pasaje del evangelio narra cómo “Uno, que era maestro de la ley, para tenderle una trampa, le preguntó a Jesús: —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? Jesús le dijo: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Éste es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a éste; dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas.,”
San Mateo 22:35-40 DHHDK
Sería bueno y oportuno, revisar si es que le estamos ofreciendo al Señor lo mejor de nosotros, o si le damos solamente las sobras.
Conclusión. “Por lo tanto hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios, que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios!”
Romanos 12:1 DHH94I
Bendiciones y feliz Miércoles! 🤗
“Habla de Dios y de la Biblia, para aprender a practicar el verdadero amor, que es entregarse de la mejor manera a Dios y a los demás.”