Los Juicios De Dios
📖“Muchos pasarán por los sufrimientos anunciados, y saldrán de ellos purificados y perfeccionados. Los malvados seguirán cometiendo maldades, sin entender lo que pasa, pero los hombres sabios lo comprenderán todo.”
â€â€â€”Daniel‬ â€12:10‬
Reflexión 🤔 Debemos aprovechar estos momentos tan terribles, para llevar a Cristo al corazón de muchas personas que ignoran los alcances
de muerte que nos rodean.
A lo largo de la historia, Dios ha derramado ira sobre el mundo; pero cuando el hombre se arrepiente, abandona el pecado, y ora buscando a Dios, Él puede detener la destrucción.
Un ejemplo lo fue la gran ciudad de NĂnive, a donde mandĂł a Jonás, dice: “y caminĂł todo un dĂa, diciendo a grandes voces: «¡Dentro de cuarenta dĂas NĂnive será destruida!». —Jonas 3:4
Afortunadamente desde el gobernador hasta el menos importante se arrepintieron, ayunaron y oraron, y el Señor detuvo la destrucción.
Pero qué sucedió con Sodoma y Gomorra?..
AhĂ ninguno se arrepintiĂł, sino que todos sus habitantes continuaron con sus perversiones hasta su completa destrucciĂłn, y solo Lot, su mujer y sus dos hijas, (ya que sus dos yernos se negaron a salir de allĂ pensando que se trataba de una broma), sĂłlo esas cuatro personas pudieron escapar del castigo.
En el capĂtulo 18 del GĂ©nesis, Dios le revelĂł a Abraham, que destruirĂa Sodoma por medio de fuego y azufre, porque su pecado era muy grave e irreversible, y solo Lot y su familia podrĂan ser salvados. Abraham intercediĂł por los justos de la ciudad, y Dios le repuso que no la destruirĂa, si al menos encontraba cincuenta justos entre aquella ciudad. Dios, sin embargo, permitiĂł a Abraham interceder hasta que se convenciera de que en Sodoma no habĂa ni siquiera diez justos.
A Lot se le conoce como “el Justo Lot”, y el apĂłstol Pedro lo asegura diciendo: “Dios tambiĂ©n condenĂł a la destrucciĂłn a las ciudades de Sodoma y Gomorra, quemándolas hasta dejarlas hechas cenizas, para que sirvieran de ejemplo de lo que habrĂa de suceder a los malvados. Pero librĂł a Lot, un hombre justo a quien afligĂa la vida viciosa de aquellos malvados. Este hombre justo que vivĂa entre ellos, sufrĂa en su buen corazĂłn a causa de las maldades que dĂa tras dĂa tenĂa que ver y oĂr. El Señor sabe librar de la prueba a todos los que viven entregados a Él, y sabe tener a los malos bajo castigo para el dĂa del juicio. El Señor castigará sobre todo a los que siguen deseos impuros y desprecian su autoridad. Son tercos y atrevidos, y no tienen miedo de insultar a los poderes superiores;”
â€â€â€”2 Pedro‬ â€2:6-10‬ â€
Más claro no podĂa ser dicho.
Y lo del diluvio universal?… Dios decidió darle 120 años a la raza humana para que se arrepintiera y ya todos sabemos el triste final. Noé les predicó durante más de cien años, pero no se arrepintieron, ni siquiera lo hizo uno solo, y todos perecieron cuando el mundo fue anegado por las aguas del Diluvio. “Ni tampoco perdonó Dios al mundo antiguo, sino que mandó el diluvio sobre aquellos hombres malos, y salvó solamente a Noé, que predicó una vida de rectitud, y a otras siete personas.”
â€â€â€”2 Pedro‬ â€2:5‬ â€
Igualmente hoy la muerte nos está avisada, es real, inminente, mundial y muy terrible!…
Y ante eso, qué nos queda?..Lo mismo que por un tiempo les quedaba a aquellos que no quisieron considerar arrepentirse, ni negarse a seguir pecando para cambiar de vida. Eso es lo que le queda hoy también al mundo entero, pero que muy pocos harán.
Ya hemos podido enterarnos de la muerte de muchos conocidos, amigos, parientes o aĂşn familiares.
Solo si la gente hace lo mismo que aquellos de NĂnive que fueron prudentes, El Señor cambiarĂa el destino de la humanidad. Dios nos está confrontando duramente, pero sigue concediĂ©ndonos tiempo por si algĂşn entendido decide volverse
a Él, y buscarlo más allá de la falsa seguridad que proporciona una conducta “religiosa”que busca ganarse el cielo con sus “buenas obras”, y no por aceptar la obra que Cristo ya realizó por amor a nosotros pecadores en la cruz, y que solo pide que lo aceptemos a Él y obedezcamos con temor y temblor Su Palabra escrita en la Biblia. Desgraciadamente, cada persona, a falta del conocimiento del verdadero evangelio, se forja su propia idea de un dios conforme a su mera imaginación, aunque no piense en obedecer los mandamientos y ordenanzas de Dios quien pide una vida de congruencia y de santidad, apartándonos del pecado.
Veamos IsaĂas 26:9 y siguientes. “Señor, mi deseo es buscarte durante la noche. El espĂritu dentro de mĂ madruga a encontrarte. Porque cuando tu castigo llegue al mundo, los seres humanos aprenderán a vivir con justicia.”
“Tú, SEÑOR, estás a punto de castigarlos y ellos no se dan ni cuenta. Que se avergüencen al ver cómo defiendes a tu pueblo.”
“SEĂ‘OR, en medio de nuestra angustia te buscamos. Dimos gritos de angustia cuando tĂş nos castigaste. Como una mujer embarazada a punto de dar a luz da gritos de dolor, asĂ hemos gritado nosotros por causa de tu castigo, SEĂ‘OR. Concebimos, sentimos los dolores del parto pero sĂłlo dimos a luz al viento. No le trajimos salvaciĂłn al paĂs ni le dimos un nuevo ser al mundo.”
El versĂculo 20, se acomoda perfectamente a estas condiciones diciendo:
“Ve, pueblo mĂo, entra a tus habitaciones y cierra las puertas tras de ti. EscĂłndete por un tiempo mientras pasa la ira. Porque, mira, el SEĂ‘OR sale de su lugar a castigar a los habitantes de la tierra por ser culpables. La tierra mostrará la sangre de la gente asesinada y no cubrirá más su muerte.”
â€â€â€”IsaĂas‬ â€26:9 ss â€PDT‬‬
En tiempos de calamidad, siempre el pueblo de Dios, el remanente fiel, sabe que su ira será manifestada terriblemente como cuando en Egipto, el ángel exterminador mató a cada primogénito de los egipcios, pero ningún primogénito hebreo murió, debido a que los dinteles de sus puertas estaban marcados con la sangre de un cordero, que era sombra o figura de la
sangre de Jesucristo, el cordero de
Dios que quita el pecado del mundo.
Hoy los cristianos estamos marcados con esa sangre derramada en la cruz para perdĂłn de nuestros pecados, y clamamos a Dios porque todo esto pase pronto y se haga su voluntad en la tierra como en el cielo.
Siempre habrá un juicio de Dios como respuesta a la creciente depravaciĂłn y derramamiento de sangre y de abortos por todo el mundo. Pero igual que en las destrucciones pasadas, muchos sin temor de Dios, seguirán hasta el final de sus dĂas, sumidos en sus perversiones carnales y desenfrenos como lo siguen haciendo hoy mismo las abortistas, los depravados sexuales y los cárteles con sus secuestros y asesinatos, y si no se vuelven a JesĂşs, “morirán en sus pecados”. JesĂşs hablĂł diciendo: “Por eso les dije que, si no creen en mĂ, ni en quiĂ©n YO SOY, morirán sin que Dios les haya perdonado sus pecados.”
â€â€â€”Juan‬ â€8:24‬ â€
Debemos ser sabios y convertirnos a Dios de todo corazĂłn, dejando todo pecado por pequeño que parezca. Dios nos conceda una larga vida, para aprender a obedecerle y guardar de manera perfecta sus mandamientos y toda Su Palabra escrita en la Biblia, para luego verlo cara a cara y adorarlo eternamente. Nunca olvidemos que es en base a la Biblia que seremos juzgados, JesĂşs dijo: “El que me rechaza, y no recibe mi Palabra, ya tiene quien lo juzgue, y es La Palabra que he hablado; ella lo juzgará en el dĂa final.”
â€â€â€”San Juan‬ â€12:48‬ â€
Es hora de cambiar nuestra “religión” por una verdadera “relación” personal de obediencia y santidad.
ConclusiĂłn. “Si mi pueblo que se identifica usando mi nombre, se humilla, ora, me busca y abandona su mala conducta, entonces yo lo escucharĂ© desde el cielo, perdonarĂ© sus pecados y restaurarĂ© el bienestar del paĂs.”
â€â€â€”2 CrĂłnicas‬ â€7:14‬ â€
Bendiciones y feliz Miércoles! 🤗
“Habla de Dios y de la Biblia, y clamemos al Señor por sabidurĂa para obedecerlo y hacer su voluntad”