Murió en mi Lugar
📖“Por la misericordia de Dios y por medio de la fe, ustedes son salvos. No es por nada que ustedes hayan hecho. La salvación es un regalo de Dios, y no se obtiene haciendo el bien. Esto es así para que nadie se sienta orgulloso de creerse bueno.” Efesios 2:8-9 NBD
Reflexión 🤔 Qué no haríamos porque todos en el mundo comprendieran al menos esta maravillosa verdad de la salvación sólo por fe en Cristo. Qué nos enseña esta pequeña cita?…Ojalá todos entendiéramos que Dios nos salvó por su gracia, mediante la fe en Jesús; y no porque fuésemos buenos; ya que las verdaderas buenas obras, las producirá posteriormente el Espíritu Santo viviendo en el corazón de cada nuevo creyente; porque las que creíamos que eran nuestras "buenas obras" antes de creer en Cristo, en realidad solo eran "obras muertas".
Cuando una persona pone su fe en Jesús, la Biblia dice que ya está justificada, y se le declara justo, inocente y sin pecado ante los ojos de Dios.
No importa lo duro, lo oscuro, ni cuan difícil puedan parecer a veces las cosas; siempre debemos recordar que por Cristo, ya hemos sido salvados y mantener nuestra paz, confianza y seguridad, porque fuimos salvados del pecado, salvados de la muerte y salvados del tormento eterno. Pues aunque Dios pudo habernos apartado para siempre de su presencia, por su grande amor no lo hizo.
Pero cuidado, porque aún ahora, después de que ya nos acercamos a Cristo y tenemos seguridad de salvación, pudiera ser tentador confiar en nuestras "buenas" obras.
¿Cuáles son algunas áreas de tu vida en las que tiendes a confiar de nuevo en tu propio rendimiento y desempeño, en lugar de que conserves tu enfoque solamente en la obra suficiente que hizo Jesús en favor tuyo?
Muchos erróneamente piensan, que Dios los aceptará si son lo suficientemente buenos, pero no hay nada que podamos hacer para ganar nuestra salvación, porque es un don, es un regalo inmerecido de la gracia de Dios concedida simplemente a través de confiar en Cristo.
En Romanos 3:9 ss NBD, Pablo dice: “¿acaso somos los judíos mejores que los demás?..En ninguna manera. Ya hemos demostrado que todos los hombres son pecadores, ya sean judíos o gentiles. Como dicen las Escrituras: “Nadie es bueno, nadie en absoluto. Nadie entiende, ninguno busca a Dios. Todos han perdido el camino, nadie vive como Dios manda. Sus conversaciones están llenas de suciedad, como el hedor de una tumba abierta; sus lenguas están cargadas de engaños. Cuanto dicen está impregnado de veneno de serpientes; sus bocas están llenas de maldición y amargura. Matan con rapidez y ligereza; dondequiera que van, dejan tras sí destrucción y miseria. Nunca han sabido lo que es la paz. No les importa Dios ni lo temen.” Sabemos que esto que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella. Por eso, el mundo entero tiene que callar y todos tendrán que reconocer que el juicio de Dios es justo. Y esto es así porque nadie puede alcanzar el favor de Dios por obedecer la ley, pues mientras mejor conocemos la ley de Dios más nos damos cuenta de que somos pecadores. Sin embargo, Dios nos ha mostrado ahora la forma para que él nos acepte. De ella ya había enseñado el Antiguo Testamento. No se trata de guardar la ley. Dios hace justos a quienes creen en Jesucristo, sin favoritismo alguno. Es así porque todos hemos pecado y no tenemos derecho a gozar de la gloria de Dios. Pero Dios, por su gran amor, gratuitamente nos declara inocentes, porque Jesucristo pagó todas nuestras deudas. Dios ofreció a Jesucristo como sacrificio por nuestros pecados. Cuando creemos esto, Dios nos perdona todos nuestros pecados pasados, pues nos tiene paciencia. De esa manera da a conocer su justicia y muestra que él es justo y que nos hace justos por tener fe en Cristo Jesús.
¿De qué podemos jactarnos entonces? Absolutamente de nada. ¿Por qué? Porque nuestra salvación no depende de la obediencia a la ley, sino de la fe. En conclusión, podemos decir que Dios hace a la persona justa por la fe en Cristo y no en virtud de la obediencia a la ley.”
Bendiciones y feliz Lunes! 🤗
“Habla de Dios y de la Biblia para entender que por cuanto todos pecamos, ninguno podremos salvarnos en base a nuestras supuestas “buenas obras”, sino solo por la fe en la única obra de redención que por nosotros realizó Cristo en la cruz”