Salmos 32:24
“En mi angustia llegué a decir: «¡He sido arrojado de tu presencia!». Pero tú oíste mi voz suplicante cuando te pedí que me ayudaras. Amen al Señor, todos sus fieles; él protege a los dignos de confianza, pero a los orgullosos les da su merecido. Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan.”Salmo 31:22-24 NVI