Salud Física. Nuestro Cuerpo es Su Templo
📖“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. (1 Corintios 6:19,20).
Reflexión 🤔 Cristina M.H. Powell escribió:“Comentando acerca de la inmoralidad sexual, Pablo explicó la verdad de que el aspecto físico del hombre puede afectar su aspecto mental y también el espiritual.
Por ejemplo, un hombre anciano había sido diácono por muchos años. La gente lo conocía por su amabilidad, bondad, y sabiduría. Recientemente ha comenzado a decir palabrotas, se muestra frecuentemente agitado, y está agrediendo físicamente a su esposa de 50 años. Tal vez usted podría suponer que situaciones emocionales profundamente asentadas están viniendo a la superficie. Supongamos que yo les proveo un poco de información faltante: recientemente los médicos han diagnosticado que el hombre tiene la enfermedad de Alzheimer. Hablar con él acerca de la naturaleza poco bíblica de su conducta no tiene mayor valor. La solución concerniente a su cambio de conducta requiere tratar el problema físico. Sin embargo, enseñar a su esposa las técnicas para comunicarse con él puede ser de mucha ayuda.
Usted no necesita de un diagnóstico de enfermedad incurable para que un problema físico cree problemas mentales y espirituales”.
Ilustración 📃”Considere a una mujer miembro del personal de la iglesia, que se ha portado de manera impaciente con otros miembros del personal. Aun cuando tal conducta no puede tolerarse, saber que ella ha luchado recientemente con la gripe, y que ha pasado varias noches sin poder dormir bien cuidando a sus tres hijos enfermos, hará que su conducta tenga una explicación comprensible. Si ella llega a tener varios días para reponerse y tener una noche de buen sueño, lo más probable es que recupere su condición de dama a la cual usted se sintió feliz de contratar. El agotamiento físico produjo en ella cambios en su actitud y en su habilidad para tener la perspectiva espiritual de relacionarse con los demás.
Jesús explicó a los fariseos, “el día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo” (Marcos 2:27). Nuestros cuerpos necesitan de un día a la semana para descansar y así poder desenvolverse en mejor forma. El descanso apropiado, la nutrición, y el ejercicio pueden mejorar la salud mental. El ejercicio mejora el funcionamiento cognitivo y reduce el riesgo de desarrollar demencia. Dos estudios publicados en el Journal of the American Medicaal Association de septiembre de 2004, apoyan esta declaración. En uno de los estudios, los hombres ancianos, entre las edades de 71 a 93 años, que caminaron menos de un cuarto de milla cada día, fueron 1,8 veces más propensos a desarrollar demencia que los hombres que caminaron más de dos millas al día. En el segundo estudio, los investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard y de la Escuela de Salud Pública de Harvard hallaron que las mujeres de las edades entre 70 y 81 años que caminaron al menos 1,5 horas por semana, tenían menos declinación cognitiva que las que caminaron menos de 40 minutos por semana.
La manera en que la nutrición afecta la conducta de una persona es otro ejemplo en que la salud física afecta la salud mental. En general, una dieta que mantiene los azúcares de la sangre en un nivel aceptable y provee bastante triptófano y ácidos grasos poli-no saturados omega-3 puede ayudar mucho mejor a que una persona produzca y use serotonina, una sustancia química del cerebro que favorece una sensación de bienestar. De este modo, los alimentos ricos en grasas omega-3 –el salmón, las sardinas, las nueces, y las semillas de lino– pueden ayudar a combatir la depresión leve. Las buenas fuentes alimenticias de triptófano –un aminoácido esencial en la dieta humana que el cuerpo usa para producir serotonina– incluyen pescado, pavo, pollo, queso, frijoles, leche, huevos, y chocolate. La persona que se siente saludable y llena de energía tendrá mayores recursos para ministrar a otros y para recuperarse de retrasos.
Conclusión. Aun cuando el sufrimiento físico y la ansiedad por causa de preocupaciones de salud pueden ciertamente acercarnos más a Dios, es más fácil resistir la tentación y hacer decisiones sabias cuando estamos sintiéndonos bien. De este modo, la salud física de una persona puede afectar su bienestar espiritual.
Bendiciones y feliz Jueves!…🤗
“Habla de Dios y de la Biblia, porque es el manual de instrucciones que el Señor nos dió, y contiene absolutamente toda la información y mandatos necesarios para que nos vaya bien durante nuestro breve paso por esta vida rumbo a la vida eterna “