Servir A Jesús Siempre Tendrá Recompensa

📖“—¿Por qué no se vendió este perfume, que vale muchísimo dinero, para dárselo a los pobres?”

Juan‬ ‭12:5‬ ‭NBD‬‬

Reflexión 🤔 Judas era un hombre que conocía el precio de cada cosa, y también de aquello que no tenía ningún valor. Con la eficiencia propia de un administrador, calculó de inmediato el monto del derroche de María. Al precio de hoy, el perfume derramado sobre Jesús habría representado un despilfarro de miles de dólares. Si no conociéramos el resto de la historia, consideraríamos legítima la queja de Judas. ¿Era aceptable su actitud? ¿Se podía llamar eso una buena mayordomía?

Juan nos cuenta los motivos detrás de la queja de Judas:

«“Dijo esto, no porque le importaran los pobres sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, robaba de lo que echaban en ella.”

Juan‬ ‭12:6‬ ‭NBD‬‬

Así que Judas no estaba preocupado por los pobres, sino por él mismo. El lema de su vida era algo así: “Menos para la obra de Jesús y más para mí bolsa”.
La actitud de Judas no es muy diferente de la de muchas personas hoy. Como los fariseos, que dan solamente lo que Dios requiere. Muchos se preguntan: «¿Cuál es la cantidad mínima que puedo yo dar o hacer, para poder seguir considerándome cristiano?» Muchos van a la iglesia sin un sentido del deber, sin un profundo deseo de adorar; leen la Biblia apresuradamente, y ni siquiera tienen interés de una sana formación doctrinal, mucho menos tienen deseos de ser transformados; solo oran si les queda tiempo, y terminan su tiempo sin comunión con Dios; ponen algunas monedas en la caja de ofrendas si les quedó cambio, pero no han puesto su corazón como ofrenda.
Y sin embargo, los que menos se interesan en servir y ayudar en la causa de Dios, son los que más se quejan y critican duramente, y sin contemplaciones, a los comprometidos que anuncian con pasión el evangelio, en su lucha diaria por extender el reino de Dios.
Algo muy diferente y fácil de comprobar es, que los que menos critican o se quejan, son los que trabajan con denuedo, y son colaboradores generosos. Esos están dispuestos a tomar su trinchera en el conflicto espiritual que sostenemos diariamente, y no claudican, sino que se esfuerzan continuamente para conquistar y alcanzar victorias sobre sí mismos; y en efecto, Dios se las da.

Veamos el caso de Judas. A él no le interesaban los pobres; los veía como una molesta carga social.
Consideraba que se complacían en el ocio, y que carecían de creatividad. Los motivos de Judas eran egoístas. Se veía a sí mismo como merecedor de todos los reconocimientos y todo el respeto, por sus actuaciones brillantes como administrador y tesorero de la bolsa del Maestro. Para él, todo acto altruista era un desperdicio, se quejaba e importunaba a Jesús con su pretendida astucia en el uso de los recursos. Unas horas después, el Salvador lo llamaría «hijo de perdición» o, literalmente, “hijo del desperdicio”.
Jesús es amor. Todo lo que le entregues a Él, será ganancia multiplicada por miles. No es ningún desperdicio rendirse a sus pies y prometer lealtad a su nombre, y si Judas se equivocó, no lo hagas tú.

📖“»El Señor nuestro Dios es el único Señor. »Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.”

Deuteronomio‬ ‭6:4-5‬ ‭DHHDK‬‬

Bendiciones y feliz Lunes!…🤗

“Habla de Dios y de la biblia, con la plena seguridad de que lo poco o mucho que hagas por extender el Reino de Dios sobre la tierra, jamás quedará sin recompensa”

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