Templados Como el Acero
📖“Queridos hermanos, no se extrañen de verse sometidos al fuego de la prueba, como si fuera algo extraordinario. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también se llenen de alegría cuando su gloria se manifieste.
De manera que los que sufren según la voluntad de Dios, deben seguir haciendo el bien y poner sus almas en manos del Dios que los creó, pues él es fiel.” 1 Pedro 4:12 ss DHHDK
Reflexión 🤔 Aunque en la Biblia, el apóstol Pedro dice que nos alegremos en medio del sufrimiento, difícilmente encontraremos algunas cuantas personas que lo hagan así. Y es que son muy pocos los que comprenden que el carácter cristiano perfecto, se forja en la adversidad, en el dolor y en la aflicción; pero nunca en la comodidad.
El diablo le ofreció a nuestro Salvador todos los placeres y comodidades del mundo, y la seductora molicie del poder, y del placer de la abundancia material, intentando desenfocarlo de su objetivo de redimir a toda la humanidad; pero “Jesucristo era un hombre lleno de dolor, acostumbrado al sufrimiento.” Fue maltratado, pero se sometió humildemente, y ni siquiera abrió la boca; lo llevaron como cordero al matadero, y él se quedó callado, sin abrir la boca, como una oveja cuando la trasquilan.
El Señor quiso oprimirlo con el sufrimiento. Y puesto que él se entregó en sacrificio por el pecado, tendrá larga vida y llegará a ver a sus descendientes; por medio de él tendrán éxito los planes del Señor.” Isaías 53:3 ss DHHDK
Ilustración 📃 Un herrero, que luego de una juventud llena de excesos, decidió entregar su vida a Jesucristo, y dedicarse a trabajar duro en la predicación del evangelio, vivió durante mucho tiempo practicando la perfecta caridad hacia los demás, pero a pesar de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida, sino que por el contrario, sus problemas y sus deudas se multiplicaban día con día, y por si fuera poco, le diagnosticaron una enfermedad muy grave que ponía en riesgo su vida.
Una tarde, un amigo que lo visitaba y que sentía compasión por su difícil situación, le dijo:
—“Realmente es muy extraño, que después de que has decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya empeorado. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en la biblia y en el mundo espiritual, nada ha mejorado”.
El herrero no respondió enseguida, porque también él ya había pensado en eso muchas veces sin entender lo que estaba pasando en su vida. Sin embargo, como no deseaba dejar a su amigo sin una respuesta, comenzó a hablar, y terminó por encontrar la explicación que tanto buscaba. He aquí lo que le contestó:
—“En este taller, —le dijo, yo recibo el acero aún sin trabajar y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú cómo se hace eso?. Primero caliento la chapa de acero en un calor infernal, hasta que se pone al rojo vivo; enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo mas pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada. Luego la sumerjo en un balde de agua fría y el taller entero se llena con el ruido del quejido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura. Tengo que repetir este proceso hasta conseguir que la espada sea perfecta, porque una sola vez no es suficiente”.
El herrero hizo una larga pausa y continuó diciendole: —“A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento. El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. Cuando llega ese momento, me doy cuenta de que jamás podré transformar esa pieza en una buena hoja de espada, y entonces la boto y la desecho en la montaña de inútiles pedazos de hierros viejos que puedes ver a la entrada de mi taller”.
Hizo otra pausa mas, y el herrero inclinando su rostro con evidente tristeza, concluyó:
—“Yo se que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa en la que pienso en mi interior es: Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que tu esperas de mi. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña del inútil hierro viejo, que son las almas que desechaste porque no soportaron tu proceso”.
Acerca de ese doloroso proceso, la biblia enseña que…“Después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios los hará perfectos, firmes, fuertes y seguros. Es el mismo Dios que en su gran amor nos ha llamado a tener parte en su gloria eterna en unión con Jesucristo.” 1 Pedro 5:10 DHHDK
Pregunta: Te alegras tú, cuando sufres?… Comprendes que esa enfermedad o dolor, te hace mucho bien espiritualmente, porque te obliga a pensar sobre tu vida y tu muerte?..
Conclusión: Difícilmente encontraremos a alguien que en medio de la comodidad, se arrepienta de sus maldades y pecados para buscar ponerse a cuentas con Dios; pero en cambio, en medio de la adversidad, de las enfermedades que amenazan nuestra vida, y de muchas otras dificultades graves, casi todos clamamos a Dios, aunque muchos no lo conozcan, y aunque lo hayan despreciado durante toda su vida anterior, pero nunca es tarde para un arrepentimiento sincero y un verdadero encuentro con Jesucristo.
Bendiciones y feliz Jueves! 🤗
“Es hora de que hablemos francamente de Dios y de la Biblia ante quien Dios nos ponga enfrente cada día, porque nada bueno nos pueden ofrecer las comodidades del mundo como para que nuestra vida experimente la plenitud de un cambio espiritual que solo Jesús nos puede dar. Seamos valientes y anunciemos la verdad de la Biblia, sin olvidar que “Los cobardes no heredarán nunca el Reino de Dios” Apoc. 21:8