Una Iglesia en Paz
Parte 2
📖 “porque Dios es Dios de paz y no de confusión.”
1 Corintios 14:33 DHHDK
Reflexión 🤔 Cómo empieza la soberbia entre los miembros de una iglesia?
Cuando Dios resiste a los soberbios es porque estos están caminando en dirección opuesta al plan de Dios, y se conducen creyéndose superiores a los demás. Una persona que practica la soberbia, se irrita con facilidad, agrede, culpa, acusa o insulta a los demás con tal de imponer lo que el considera su razón. Pero en su enojo, realmente suspende su capacidad de razonar, dando paso franco a su soberbia. En cualquier momento, argumenta contra otra persona que ha cometido una pequeña falta, porque el soberbio siempre encuentra faltas en otros para desahogar su enojo, y muy pocas veces reconoce sus propios errores. Mientras Dios resiste a los soberbios, a los humildes los colma de su gracia. Esto se manifiesta según nos relacionamos con Dios y con el prójimo, porque a mejor relación con Dios, tendremos también una mejor relación con todos los hermanos. La gracia de Dios la recibimos para vivir en armonía con los demás, pues la humildad no es una debilidad, ni siquiera significa que somos inferiores. Cuando estamos dispuestos a ser humildes, la gracia de Dios nos controla para no caer en el error de querer resolver cualquier conflicto por medio de una lucha basada en la discusión estéril que sólo produce resentimientos y siembra división. Dios otorga su gracia cuando nos humillamos, es decir, cuando no devolvemos mal por mal, insulto por insulto. Dios decide otorgar su gracia, cuando la persona es capaz de someterse a Su plan en contra de los impulsos propios de la carne y de los criterios del mundo; porque quien poco a poco se hace amigo del mundo, en automático se volverá también poco a poco enemigo de Dios.
La otra razón por la cual Dios resiste a los soberbios, es porque anhela la convivencia pacífica entre todos. Él nos creó para que viviéramos interconectados unos con otros, en un ambiente de paz, amor y cooperación, trabajando por edificar su iglesia. Lo contrario sería oponerse a su designio. Y cuando nos oponemos a su designio, El resiste nuestra arrogancia de creernos estar por encima del bien y del mal.
En la arrogancia humana, Dios resiste a los soberbios, y esa resistencia tiene como propósito ablandar nuestro corazón para aprender a hacer la voluntad de Dios, pero el orgullo nos hace ser rebeldes, y continuamos cometiendo errores y cayendo en faltas, que luego nos hacen reconocer que hemos fallado a Dios, y entonces, somos humillados por la resistencia divina, porque nadie puede pelear y vencer a Dios. Somos derrotados por la soberbia que surge del corazón cuando no queremos seguir el plan trazado por nuestro creador.
Lo contrario sucede al que se humilla. Dios da su gracia. Su gracia es un don gratuito que surge y parte de Dios hacia los humanos que viven humildemente.
Así que pongamos en práctica estas claras instrucciones dadas por Dios, para que su paz se manifieste siempre entre nosotros, y que los rebeldes reaccionen a la amonestación y los débiles y recién llegados, al consuelo y a la instrucción.
“Por lo tanto, estén atentos y cuiden de toda la congregación, en la cual el Espíritu Santo los ha puesto como pastores para que cuiden de la iglesia de Dios, que él compró con su propia sangre.”
Hechos 20:28 DHHDK
Bendiciones y feliz Sábado! 🤗
“Habla de Dios y de la Biblia para que seas fermento de amor y de comprensión en tu iglesia y fuera de ella”