Elige: Perdonar o Enfermarte
📖“Mientras no confesé mi pecado, mi cuerpo iba decayendo por mi gemir de todo el día, pues de día y de noche tu mano pesaba sobre mí. Como flor marchita por el calor del verano, así me sentía decaer. Pero te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad; decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste.”
Salmos 32:3-5 DHHDK
Reflexión 🤔 Una enfermedad psicosomática es un trastorno físico originado por el estrés, la ansiedad, tristeza, odio o depresión, y no tienen una causa física sino que son agravados por la mente. Estas enfermedades demuestran la conexión entre las emociones y el cuerpo, manifestándose en problemas digestivos, neurológicos, cardiovasculares, etc. y no deben intentar resolverse con ansioliticos, ya que sus efectos secundarios, agravan aún más la situación; sino con una adecuada actitud espiritual, que incluye el reconocimiento del pecado y la acción específica de perdonar, para soltar todo lo acumulado por el resentimiento y rencor; pues sólo así vendrán la salud y la paz.
Perdonar es elegir el camino a la sanación y a la paz. Al perdonar, abrimos la puerta a la sanación para nosotros mismos, y a la restauración de nuestras relaciones, rompiendo ciclos de resentimiento, amargura y odio. Perdonar no sólo restaúra nuestras relaciones afectadas por las ofensas, sino que también purifica nuestra relación con Dios, quien nos perdonará cuando arrepentidos se lo pidamos.
Ilustración 📃 Corría el día 7 de Mayo del año 1986, María tenía escasos 30 días de haber nacido en un país centro americano llamado El Salvador. Por su corta edad ignoraba todo lo que sucedía a su alrededor.
Ese día su madre, una joven de 19 años de edad, la transportaba hacia un hospital para hacer su debido chequeo de salud. Al llegar ella, como todas las pacientes que esperaban su turno con su bebé en brazos, tomó asiento a la espera de ser atendida. Pasaban los minutos, la bebé se desesperó y comenzó a llorar.
De pronto una mujer desconocida, de aspecto joven, se mostró amigable con ella y se ofreció a llevar la niña afuera para consolarla, ella accedió y la entregó en sus brazos.
Pasaron cinco minutos y la mujer que se ofreció a ayudarle no regresó. La madre comenzó a sospechar que algo estaba mal y salió a buscarla. Para su gran sorpresa descubrió que aquella mujer con su pequeña bebé habían desaparecido. El llanto y desconsuelo comenzaron a invadir su corazón, ella había sido una más de las víctimas del tráfico de menores en su país, bajo la sombra de la guerra civil que sucedía en esa década.
Como toda madre no pudo reponerse de la pérdida de su niña. Pasaron años y nunca se perdonó el hecho, culpándose, día tras día, por su ignorancia.
A 30 años del suceso, aconteció lo que menos se esperaba. En un medio de comunicación local se relataba la historia de una joven de nacionalidad francesa pero origen salvadoreño que había regresado en búsqueda de su madre, ya que como ella describía, sus padres adoptivos le habían relatado de sus orígenes salvadoreños. Justamente ese día uno de sus hermanos se encontraba viendo el reportaje televisivo y por las características que detallaban concluyó que era la bebé que habían robado de los brazos de su madre.
La madre con su hija se reencontraron nuevamente. Una mezcla de llanto y alegría invadió el momento. Aquella madre, después de aclarar a su hija lo que sucedió hace 30 años, recibió el perdón y la paz que por tanto tiempo había necesitado.
Conclusión. Al igual que aquella madre, tú puedes haber cometido errores que te hacen sentir cada día miserable y triste. Pero debes saber que el perdón es la mejor medicina que puedes recibir. Dios siempre ofrece su perdón al ser humano, pero muchas veces lo tomamos como algo insignificante o irrelevante. Pero cuando obtenemos el perdón, nuestra alma vive en paz y la tristeza desaparece. Deja que el perdón eterno de Dios llene tu alma y te enseñará también a perdonar a los demás, como él nos ha perdonado de nuestros pecados, y entonces recibirás la verdadera paz en tu corazón.
Oración 🙏🏻 “Señor, ya que en esta vida habitamos entre continuas ofensas, entrena mi corazón para decidir perdonar y pedir perdón siempre. Ahora entiendo porqué tú le dijiste a Pedro, que no sólo debía perdonar siete, sino hasta setenta veces siete a quien nos ofendiera. Y cuando perdono, siento confianza y seguridad de que tú también me perdonarás a mi, cuando arrepentido yo te lo pida. En el nombre de Jesús, amén!”
Bendiciones y feliz Jueves!…🤗
“Habla de Dios y de la Biblia,
y perdona para ser también perdonado por Dios. El perdón nos saca de la cárcel del odio y rompe las cadenas del rencor. El perdón nos brinda señorío y control sobre nuestra vida. “Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados le han sido perdonados por completo. Feliz el hombre que no es mal intencionado y a quien el Señor no acusa de falta alguna.” Salmos 32:1-2 DHHDK
Por favor contribuye a que la vida en nuestra sociedad sea mejor, conociendo, viviendo y compartiendo esta reflexión que nos conecta con el evangelio.