La Clave de la Victoria

📖 "«Pero yo les digo: ¡amen a sus enemigos! ¡Oren por los que los persiguen! De esa manera, estarán actuando como verdaderos hijos de su Padre que está en el cielo».(Mateo 5: 44-45 NTV)

Reflexión 🤔 Entender que la lucha en la que nos encontramos es en realidad una batalla espiritual que debe ganarse con buenas actitudes y reacciones espirituales, es la verdad que nos permitirá presentar defensa ante la oposición de una manera que honre y glorifique a Dios. La clave de nuestra victoria está en la ordenanza de Jesús de amar a quienes nos odian.

En nuestro razonamiento natural, amar a nuestros enemigos nos parece chocante, pero si entendemos el corazón de Dios, entonces recordaremos que Él no quiere que ninguno perezca y nos pide que guardemos nuestro testimonio aún en los momentos difíciles y de conflicto con otros, porque eso puede ser nuestra primera predicación al que nos agrede, por si algún día llega a conocer a Dios.

Por eso Dios nos pide que nos aseguremos de vivir una evidente vida de congruencia entre lo que hablamos y lo que todos ven que hacemos, de tal forma «...que nadie pueda criticarlos. Lleven una vida limpia e inocente como corresponde a hijos de Dios, y brillen como luces radiantes en un mundo lleno de gente perversa y corrupta». (Filipenses 2:15 NTV)

En este mundo lleno de pecado, corrupción y oscuridad espiritual en que vivimos, Dios nos manda ser Luz y nos ha llamado:

* A amar a nuestros enemigos

* Bendecir a los que nos maldicen

* Hacer el bien a los que nos odian

* Orar por los que nos persiguen

Pero todo lo anterior sólo pueden hacerlo los verdaderos cristianos nacidos de nuevo, los demás, los falsos creyentes, se evidenciarán reaccionando con furia, y maldición al igual que sus enemigos, y enmedio de esa pelea nadie distingue al cristiano.

Ilustración 📃 Son frecuentes los incidentes de tránsito donde los conductores involucrados terminan en golpes reclamando ambos tener la razón y acuden a testigos, y no pocas veces el daño físico que resulta por la pelea entre ellos, es mucho peor de los daños materiales de sus vehículos. Pero porqué tanto coraje? La respuesta es la condición del corazón humano por el desconocimiento de la Palabra de Dios y la falta de amor para darle gracia a quien comete un error. Hay ocasiones en que la maldad de uno de los dos, quien aunque tuvo la culpa y originó el percance, todavía consigue con amenazas y de manera injusta el pago de los daños. Esta situación pudiera parecer excepcional, sin embargo los corazones sin Dios, constantemente vibran de emociones enfermas, que explotan ante la menor contrariedad, produciendo daños y lastimaduras que provocan odios, que sólo los que aman controlan y neutralizan rápidamente.

¿Cómo puedes entonces dejar atrás la herida, el dolor y la ira que sientes, para poder amar, bendecir y orar? Pues comienza por identificar la causa del conflicto, empezando con una mirada honesta hacia ti mismo. ¿Cuál fue tu parte y tu reacción en ese incidente?

Si de alguna manera incitaste el altercado, entonces humildemente confiesa y limpia tu culpa. Pedir perdón también es predicar. Humillarte te levanta, y es cuando Jesús te limpia, perdona y cubre tu pecado, tu error, tu equivocación. Pídele a Dios que ponga en ti un corazón limpio y un espíritu recto.

«Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí». (Salmo 51:10 NTV)

Conclusión. “De lo que abunda en el corazón habla la boca”, y en los conflictos se manifiesta lo que hay en el corazón del hombre; si es movido por el Espíritu Santo o por su propio pecado que lo pierde.

Oración 🙏🏻 “Señor, ahora comprendo que para crecer hay que menguar, y que el que se humilla será ensalzado; pero eso es algo que mi carnalidad no apetece y sólo tú puedes cambiar las reacciones de la naturaleza de un pecador. Por favor Hazlo en mi oh Señor! Te lo pido en el nombre de Jesús, amén!”

Bendiciones y feliz Domingo!…🤗

“Habla de Dios y de la Biblia, porque no existe ninguna otra manera de que el mundo conozca a Dios, pues: «Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación.» Pero ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje?” Romanos 10:13-14

Por favor contribuye a que la vida en nuestra sociedad sea mejor, conociendo, viviendo y compartiendo esta reflexión que nos conecta con el evangelio.

Siguiente
Siguiente

Resiste al Enemigo