Confiados Como Niños

📖“Dijo Jesús: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3).

Reflexión 🤔 Desde nuestra infancia, hasta nuestra vida adulta, ocurren muchas cosas que nos hacen perder no sólo la inocencia, sino también la sencillez y la confianza, y empezamos a dudar de que podamos alcanzar nuestros sueños y nuestros más altos propósitos, pero si entregamos nuestra vida a Cristo, con la gracia de Dios y firmes en la fe, todo nos será posible y nos volveremos un poco o un mucho, otra vez como niños.

Ilustración 📃 En 1985, el diario Los Angeles Times, publicó una historia muy interesante y muy humana. El hecho aconteció pocos días después del terrible terremoto en la Ciudad de México. Un pequeño niño, japonés/norteamericano, iba de puerta en puerta, vendiendo tarjetas postales al precio de 25 centavos cada una.
Todo lo que él conseguía, lo ofrecía para ayudar a las víctimas del terremoto. Un hombre le compró algunas tarjetas postales al pequeño niño, y luego le preguntó cuanto esperaba conseguir con las ventas de sus tarjetas. El niño contestó sin titubear: —“¡un millón de dólares!” El hombre sonrió y le dijo: —“¿Esperas conseguir un millón de dólares para ayudar a las víctimas del terremoto ¿tu solo?”- “OH no, señor,” contestó el niño, “¡mi perrito “Rudy” me está ayudando!”…

Conclusión. El Señor nos enseña muchas cosas a través de los niños. Amor, esperanza, falta de preocupación, obediencia, una confianza total. No hay ansiedad, ni sufrimiento por anticipado, ni murmuración innecesaria. Un niño sabe que va a conseguir lo que desea, cree en la protección, y descansa sin temor.
El niño de nuestra historia no dudaba que iba a conseguir su propósito.
Él No se quedó anclado en su cuarto hasta tener certeza del dinero a recaudar, ni tampoco creyó que todo sería muy difícil. Él simplemente salió en busca de su objetivo, de su propósito, de su sueño. Y no era un plan interesado. Él lo proyectó por amor… él quería ayudar… e iría a conseguirlo con certeza. Eso es fe, es dedicación, es esfuerzo personal. ¿Y nosotros los adultos, por qué no hacemos lo mismo? ¿Por qué dudamos de todo antes de empezar a luchar por nuestros sueños?
¿Por qué preferimos pensar en las dificultades en vez de pensar en Dios que todo lo puede?

Conclusión. Ya es hora de ponernos como niños en las manos de Dios, porque la vida se nos está yendo y necesitamos volver a ser como niños, que es mucho mejor que ser adultos recelosos, desconfiados y conflictivos.

Necesitamos confiar en Dios sea cual sea nuestra circunstancia.
Olvidemonos de las luchas y de los obstáculos y miremos hacia arriba.
Dios todo lo puede y Él lo hará posible. Lo conseguirá por Nosotros. ¡Sí!…Él lo conseguirá por nosotros!…Así que nuestra determinación debe de ser la siguiente:

📖“Puedo enfrentar cualquier situación porque Cristo me da el poder para hacerlo.” Filipenses‬ ‭4:13‬ ‭PDT‬‬

Bendiciones y feliz Sábado!…🤗

“Habla de Dios y de la Biblia, y pídele al Señor, que a través de su Santo Espíritu trasforme tu corazón, y te ayude a ser de nuevo como un niño”

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