Jamás nos Abandonará

📖“A eso de las tres de la tarde, Jesús clamó en voz fuerte: «Eli, Eli, ¿lema sabactani?», que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».” Mateo‬ ‭27:46‬ ‭NTV‬‬

Reflexión 🤔Tal vez muchos de nosotros nos hemos sentido abandonados por Dios en algún momento de nuestra vida, especialmente cuando no vemos llegar una respuesta a nuestras oraciones como nosotros quisiéramos que sucediera. En momentos así, podemos quedar confundidos y dudando de si acaso nuestra fe en Dios no será tan solo una fantasía, o un fanatismo de nuestra voluntad.

Pero hay un porqué sucede ese aparente abandono de Dios, y es que: “«Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el SEÑOR —. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos.” Isaías‬ ‭55:8-9‬ ‭NTV‬‬

Finalmente, y en los tiempos de Dios, Él siempre nos responderá con soluciones mejores que las que imaginábamos, y bendiciones mayores que lo que le pedíamos.

Ilustración 📃 “Mis padres viven en una pequeña granja en medio de las montañas, alejados de la ciudad. Un día fui a visitarlos y pasé allí el fin de semana, era tan agradable que no quería volver a mi casa. Pero estaba por caer la noche y era hora de regresar.

Mientras volvía me di cuenta que el camino se había tornado difícil en algunos tramos, debido a una tormenta que cayó por la tarde. Y cuando iba a mitad del trayecto llegué a un punto lleno de fango y desafortunadamente mi auto se atascó, intenté avanzar pero las llantas solo patinaban en el lodo.

Me bajé e intenté sacar el auto de aquel lugar, de una y otra forma, pero mis esfuerzos eran inútiles, solo conseguí embadurnarme de lodo, y la desesperación comenzó a invadirme.

El camino era desolado y oscuro, no había nadie que pudiera ayudarme. En verdad deseaba que pasara alguien y me auxiliara.

De pronto a lo lejos apareció un auto, parecía ser mi salvación. Le hice señales para que se detuviera, pero el carro no reducía su velocidad. A toda marcha pasó a mi lado, sin detenerse un instante.

No imaginan el asombro que me llevé, no solo por el hecho de que aquel auto no se detuviera, sino porque el conductor era mi padre. No podía creerlo, ¿Qué podría haber pasado?

Mi propio padre no me había reconocido, quizás porque estaba oscuro, pensé. Pero aún si fuera un desconocido, podría haberse parado para ayudarme.

Yo seguí insistiendo en hacer algo para salir de aquella situación, cuando de pronto vi la luz de un auto que venía de regreso. Volví a hacer señales y el automotor se detuvo. Era mi padre nuevamente, pero esta vez conducía un enorme tractor.

Le reclamé porque no se había parado la primera vez, y él me explicó que me había visto, pero que no podía detenerse porque habría quedado atrapado en el fango también. Así que había pasado a toda velocidad y fue a conseguir prestado el tractor de un amigo, para volver a mi rescate. Solo así podría sacarme de aquel apuro.

Esa noche aprendí una lección que se aplica muy bien a la vida cristiana y entendí mejor que nunca, que Dios tiene un propósito con nuestros sufrimientos y contrariedades; los permite porque los usa para formar nuestro carácter de fe y trasformar toda nuestra vida. Así trató también a su pueblo, le designó años de sufrimiento y después lo llevó a casa.

📖“»Esto dice el SEÑOR: “Ustedes permanecerán en Babilonia durante setenta años; pero luego vendré y cumpliré todas las cosas buenas que les prometí, y los llevaré de regreso a casa. Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el SEÑOR —. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza. En esos días, cuando oren, los escucharé. Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme. Sí! me encontrarán! —dice el SEÑOR —. Pondré fin a su cautiverio y restableceré su bienestar. Los reuniré de las naciones adonde los envié y los llevaré a casa, de regreso a su propia tierra”.

‭‭Jeremías‬ ‭29:10-14‬ ‭NTV‬‬

Lo entendamos o no, “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia”. Salmos 46:1 NVI

Conclusión. Cuando estamos en apuros, pedimos ayuda desesperadamente a nuestro Padre Celestial, y muchas veces nos ha parecido que Dios nos ignora y nos abandona en medio de la desesperación. Sin embargo no es como parece. Dios nos escucha y nos mira. Y siempre tiene un plan para nosotros, aunque muchas veces no lo entendemos, porque no aparece la solución en la forma y el momento que nosotros esperamos. Pero no dudemos de que él pronto llegará con la mejor de las soluciones para nuestros problemas.

Siempre que ores, ten fe y espera, que tu Padre nunca te abandonará. Y cuando algo le pidas a Dios, descansa esperando su respuesta y preguntándote: cómo lo hará?..Porque al final, Dios siempre te sorprenderá superando tus expectativas!

Bendiciones y feliz Domingo!...🤗

“Habla de Dios y de la Biblia, para no olvidar jamás, que nuestro Padre del cielo, siempre estará rodeándonos con su inmenso amor, aunque en ocasiones nosotros no lo percibamos”

Por favor contribuye a que la vida en nuestra sociedad sea mejor, conociendo, viviendo y compartiendo esta reflexión que nos conecta con el evangelio.

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