Hijos del Padre Perfecto
📖 “Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron. Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.” San Juan 1:10-13 DHH94I
Reflexión 🤔 El versículo anterior destaca que convertirse en hijo de Dios no es por linaje o voluntad humana, sino una obra divina que se recibe al aceptar y creer en Jesús.
Cuando alguien se convierte en hijo de Dios a través de la fe, recibe el Espíritu de su Hijo, que permite llamar a Dios "Padre" y vivir en relación con él. “Y porque ya somos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: «¡Abbá! ¡Padre!» Así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero.” Gálatas 4:6-7 DHH94I
A veces, nuestra imagen de Dios se deforma por la relación con nuestros padres. Si fueron distantes, creemos que Él lo es. Si fallaron, pensamos que Él también fallará.
Pero Jesús vino a corregir esa imagen: Dios es un Padre distinto, un Padre perfecto. Su amor no depende de tu desempeño, ni cambia cuando tropiezas.
Ser su hijo significa que siempre tendrás un hogar donde volver, aunque el mundo te rechace.
Conclusión. Ciertamente, para ser hijos de Dios, de este único Padre perfecto, se debe aceptar a Jesucristo por fe, creer en su nombre, y vivir en obediencia a su voluntad y mandamientos. Se convierte en hijo de Dios a través de la fe en Cristo Jesús y la guía del Espíritu Santo, lo que implica ser guiado por él y no vivir en pecado.
Oración 🙏 Gracias Dios, porque soy tu hijo. Enséñame a confiar en tu amor perfecto y a vivir desde esa seguridad.
En el nombre de Jesús, amén!
Bendiciones y feliz Domingo!…🤗
“Habla de Dios y de la Biblia para que otros “Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios.” 1 Juan 3:1
Oremos porque la Poderosa Palabra de Dios sea conocida y aceptada en todo el mundo, y así, los que aún no son hijos de Dios, se conviertan y lo sean.
Por favor contribuye a que la vida en nuestra sociedad sea mejor, conociendo, viviendo y compartiendo esta reflexión que nos conecta con el evangelio.