Las Apariencias Engañan

📖 “Cuando llegaron, Samuel miró a Eliab y pensó: «Este debe ser el hombre que el Señor ha escogido».  Pero el Señor le dijo:―No juzgues al hombre por su apariencia. No, no es este. Yo no escojo como los hombres lo hacen. Los hombres juzgan por la apariencia exterior, pero yo miro el corazón.Isaí le presentó entonces a su hijo Abinadab. Pero el Señor le dijo: ―Este tampoco es el escogido. Isaí le presentó a Sama, pero Samuel dijo: ―No, este tampoco es. Así le fueron presentando, uno por uno, siete de los hijos de Isaí, pero todos fueron rechazados. El Señor no ha escogido a ninguno de ellos  —le dijo Samuel a Isaí—. ¿Estos son todos los hijos que tienes? ―Sólo falta el menor —replicó Isaí—, pero está en el campo cuidando las ovejas.―Mándalo a buscar inmediatamente —dijo Samuel— porque no me sentaré a comer hasta que él haya llegado. Isaí lo mandó a buscar: Era un joven gallardo, trigueño y de aspecto agradable. Y el Señor le dijo: ―Este es, úngelo. Samuel tomó el aceite de oliva que había traído y lo derramó sobre la cabeza de David delante de sus hermanos”. 1 Samuel 16:6-13

Reflexión 🤔 Refiriéndose a los juicios que se suelen hacer con ligereza, una frase decía: ”En general, las personas juzgamos más por la vista que por la inteligencia, pues todos podemos ver, pero pocos comprendemos lo que vemos. Apresurarnos a juzgar, con frecuencia nos llevará a formular juicios erróneos de los que podemos arrepentirnos. Aunque es verdad que las condiciones actuales de nerviosismo y de inseguridad que privan en estos tiempos nos exigen estar alerta, también es cierto que debemos pedir al Señor discernimiento para que nuestros juicios sean equilibrados.
 
Ilustración. “Éramos la única familia con un niño en el restaurante. Yo senté a Danielito en una silla para niño y me di cuenta que todos estaban tranquilos comiendo y charlando. De repente, mi pequeñito pegó un grito con ansia y con sus palabritas apenas comprensibles por su edad, dijo: "Hola amigo!". Golpeando la mesa con sus pequeñas manitas. Sus ojos estaban bien abiertos por la admiración y su boca mostraba la falta de dientes todavía. 
Con mucho regocijo él se reía y se retorcía. Yo miré alrededor, y descubrí la razón de su regocijo: era un hombre andrajoso con un abrigo en su hombro; sucio, grasoso y roto. 
Sus pantalones eran anchos y con el cierre abierto hasta la mitad y los dedos de sus pies se asomaban a través de lo que alguna vez fueron unos zapatos. 
Su camisa estaba sucia y su cabello no había recibido una peinada por largo tiempo. 
Sus patillas eran cortas y muy poquitas y su nariz tenía tantas venitas que parecía un mapa. 
Estábamos un poco lejos de él para saber si olía, pero seguro que olía mal y hasta me imagine cuánto. Sus manos comenzaron a menearse para saludar hacia nosotros.--"Hola bebito, como estas muchachón!", le dijo el hombre al niño. Mi esposa y yo nos miramos,Como preguntándonos: "Que hacemos?"…Daniel continuó riéndose y contestó: "Hola, hola amigo." 
Todos en el restaurante nos miraron y luego miraron al pordiosero. El viejo sucio estaba incomodando a nuestro hermoso hijo. 
Nos trajeron nuestra comida y el hombre comenzó a hablarle a nuestro hijo como un bebe. Nadie creía que era simpático lo que el hombre estaba haciendo. Obviamente pensé que estaría borracho. Mi esposa y yo estábamos avergonzados. Comimos en silencio, menos Daniel que estaba súper inquieto y mostrando graciosamente todo su repertorio al pordiosero, quien muy complacido le contestaba con sus niñadas. Finalmente terminamos de comer y nos dirigimos hacia la puerta. Mi esposa fue a pagar la cuenta y le dije que nos encontraríamos en el estacionamiento. El viejo se encontraba muy cerca de la puerta de salida.  
"Dios mío, ayúdame a salir de aquí antes de que este loco le hable a Daniel" -dije orando, mientras caminaba cercano al hombre. Le di un poco la espalda tratando de salir sin respirar ni un poquito del aire que él pudiera estar respirando. Mientras yo hacía esto, Daniel se volvió rápidamente en dirección hacia donde estaba el viejo y extendió sus brazos hacia el como diciéndole: “cárgame”. Antes de que yo se lo impidiera, Daniel se abalanzó desde mis brazos hasta los brazos del hombre. 
Rápidamente el muy oloroso viejo y el niño, se estrecharon en un efusivo abrazo. 
Luego, Daniel en un acto de total confianza, amor y sumisión, recargó su cabecita sobre el hombro del pordiosero. 
El hombre cerró sus ojos y pude ver lágrimas corriendo por sus mejillas. 
Sus viejas y maltratadas manos llenas de cicatrices, dolor y duro trabajo, suave, muy suavemente, acariciaban la espalda de Daniel. Nunca dos seres se habían amado tan profundamente en tan poco tiempo. Yo me detuve aterrado. 
El viejo hombre se meció con Daniel en sus brazos por un momento, luego abrió sus ojos y me miró directamente a los míos. 
Me dijo en voz fuerte y segura: --"Por favor cuide mucho a este niño." --"Así lo haré", le contesté con un inmenso nudo en mi garganta. El separó a Daniel de su pecho, lentamente, como si le doliera hacerlo. 
Recibí a mi niño, y el viejo hombre me dijo: "Dios le bendiga, señor. Usted me ha dado un hermoso regalo hoy." No pude decir más que un entrecortado gracias. 
Con Daniel en mis brazos, caminé rápidamente hacia el carro. 
Mi esposa se preguntaba por qué llegué llorando cargando a Daniel tan apretadamente, y por qué repetía : "Dios mío, Dios mío, perdóname!" 
Yo acababa de presenciar el amor de Cristo a través de la inocencia de un pequeño niño que no vio pecado, que no hizo ningún juicio; un niño que vio un alma valiosa mientras que sus padres solo pudieron ver un montón de ropa sucia y maloliente. 
 Ese día yo fui un cristiano ciego, cargando un niño que no lo era. 
Yo sentí que Dios me estuvo preguntando: "Estás dispuesto a compartir tu hijo por un momento?”, siendo que El compartió a su hijo Jesucristo por toda la eternidad. 
 
"De cierto, de cierto os digo, que el que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él." (Marcos 10:15) 
 
Oración 🙏🏻 “Señor, dame un discernimiento, como el tuyo, para que pueda ver más allá de lo que mi pobre juicio caído percibe. No quiero ofender ni perder a personas valiosas solo porque mis prejuicios me engañen. Dame amor y sensibilidad espiritual para no equivocarme y poder tener el concepto correcto de cada persona, viéndola como Tú mismo la ves: detrás de las apariencias, en el nombre de Jesús, amén!!….”  
 
“El descendiente de Jesé trae un reinado de paz y justicia De ese tronco que es Jesé, sale un retoño; un retoño brota de sus raíces. El espíritu del Señor estará continuamente sobre él, y le dará sabiduría, inteligencia, prudencia, fuerza, conocimiento y temor del Señor. Él no juzgará por la sola apariencia, ni dará su sentencia fundándose en rumores. Juzgará con justicia a los débiles y defenderá los derechos de los pobres del país. Sus palabras serán como una vara para castigar al violento, y con el soplo de su boca hará morir al malvado. Siempre irá revestido de justicia y verdad”. Isaías 11:1 ss DHH
 
📖«No juzguen ustedes por las apariencias. Cuando juzguen, háganlo con rectitud.» San Juan 7:24 DHH 

Bendiciones y feliz Lunes!…🤗

“Habla de Dios y de la Biblia, donde aprendemos que lo único verdaderamente importante, es mantenernos auténticos, sinceros, sencillos y espontáneos como niños, a fin de entrar en el Reino de Dios.”

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